La presidencia de IU se niega a desvelar su voto en un referéndum sobre Maastricht

La presidencia de Izquierda Unida decidió ayer poner en marcha oficialmente su campaña de presión para que el Gobierno celebre en España un referéndum sobre el Tratado de Maastricht sin desvelar cuál será su propuesta de voto que en todo caso nunca sería afirmativo. Este asunto fue el meollo central de la discusión política que mantuvieron los oficialistas y renovadores de IU en la primera reunión de la presidencia tras su III Asamblea.Los renovadores consideran que el sector mayoritario quiere utilizar el referéndum como un instrumento populista, que aglutine a todos los descontentos, pero sin entrar en los contenidos del tratado de la unión europea. Izquierda Unida se inscribirá el próximo jueves en el registro del Ministerio del Interior como "movimiento político y social".

El coordinador general de IU, Julio Anguita, comunicó ayer al resto de los miembros de la presidencia los nombres de las personas que había elegido para ocupar áreas concretas en el seno de IU entre las que se encuentran tres miembros del sector renovador. En una reunión previa este sector, encabezado por Nicolás Sartorius, decidió aceptar los puestos que les ofrecían para no dejar dudas sobre su intención de ejercer plenamente las responsabilidades que tienen al haber obtenido en la III Asamblea algo más del 40% de los votos.

La aceptación no fue cortapisa para que Sartorius mostrara ayer sus discrepancias. "La propuesta nos parece insuficiente, cicatera, poco integradora, escasamente equilibrada y con vetos y exclusiones a personas concretas". Los vetos a los que se refiere Sartorius tienen los nombres de Juan Berga y Francisco Palero, expresamente rechazados por Anguita para ocupar lugares en su equipo al haberse significado como cabecillas del sector renovador y a favor de la disolución del PCE. Cristina Almeida, en el área de la Mujer; Diego López Garrido, en Derechos Humanos y Libertades e Isabel Vilallonga en Movimientos Sociales son los tres renovadores con cargos.

Cinco minutos consumió este punto, ya que como dijo Pablo Castellano en la reunión de la presidencia dado que iban a hacer "lo que les diera la gana", lo, mejor era pasar a la discusión política. Este debate fue la propuesta de la mayoría de poner todos sus efectivos a trabajar para crear un clima de opinión para que el Gobierno convoque un referéndum sobre Maastricht.