Economía rebajará el objetivo de crear un millón de puestos de trabajo en cinco años

El objetivo del plan de convergencia de crear un millón de empleos en cinco años tendrá que ser revisado a la baja, según afirmó ayer en Bruselas el secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez. "La reducción significativa de las economías desde el pasado mes de septiembre se traducirá en una acentuación del paro en todos los países occidentales y en nuestro caso difícilmente podemos aislamos de ese efécto", dijo.

El Gobierno mantiene, sin embargo, el otro punto clave: recuperar entre 1992 y 1996 cuatro de los más de 20 puntos que separan a España de la riqueza media de la CE.Pedro Pérez se negó a precisar cuál será el impacto que la crisis tendrá sobre el empleo en España, porque "en ese caso también se sabría cuál será la baja sobre las previsiones de cremimiento", explicó. Pero añadió que dentro de este mes el Gobierno fijará las medidas, entre ellas, una eventual subida de dos puntos en el IVA, "para dar respuesta a la desviación registrada" sobre las previsiones de ingresos y gastos de las cuentas del Estado.

El elemento positivo es la inflación cero en junio, que ha permitido reducir en tres décimas la tasa acumulada (ahora del 6,2%) y en una décima la inflación subyacente. "La tendencia", según el secretario de Estado de Economía, "es que la inflación se situará en diciembre por debajo del 6%.

Las correcciones a las macromagnitudes del plan de convergencia no afectarán al objetivo esencial de "mantener un diferencial de crecimiento por encima de la media comunitaria", según Pedro Pérez. El Gobierno sigue manteniendo reducir en cuatro puntos la brecha de riqueza por habitante española de la media de la CE. "Otra cosa es el perfil temporal de esa reducción", que acaso se retrasará al principio y no se ajustará al 0,8% de recuperación anual previsto para el quinquenio.

Los Doce aprobaron ayer el plan de convergencia de Holanda para ajustarse a las condiciones de la moneda única. El único problema es la deuda acumulada (80% del PIB), que el Gobierno holandés pretende reducir al 76,4% en 1994, final de la actual legislatura. En cuanto a Italia, los ministros se felicitaron de la decisión del nuevo Gobierno de actuar con contundencia para atajar inflación y déficit. La incertidumbre sobre la unión monetaria por la falta de ratificación del Tratado de Maastricht se ve acentuada por las tensiones monetarias. La posible subida de los tipos de interés en Alemania podría obligar a un rejuste en el Sistema Monetario Europeo para aliviar la situación de la libra esterlina y, sobre todo, de la lira italiana.

La discusión del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la CE sobre la mala marcha de la economía europea se saldó con la confirmación de la estrategia aprobada hace meses, cuando las perspectivas eran sensiblemente mejores. Los Doce insisten en que el mejor camino para mejorar los desequilibrios y lograr un crecimiento mayor a medio plazo es "la consolidación fiscal (reducción de déficit públicos), la política monetaria rigurosa y las reformas estructurales".

Por la tarde, al debate se añadió el cuestionario de 85 preguntas. presentado a los Doce por la presidencia británica, un resumen del cual fue anticipado en la carta que el ministro Norman Lamont envió hace unos días a sus colegas. El Reino Unido, olvidándose de los compromisos de las cumbres de Maastricht y Lisboa, quiere utilizar su semestre de mandato para partir de cero en el tema crucial del presupuesto comunitario. En lugar del aumento del 30% en cinco años previsto en el paquete Delors II, Londres propone congelar el actual techo de gastos de la CE y hacer frente a los nuevos retos con ahorros en otras políticas, especialmente la agricultura.

Sobre los fondos de cohesión (el nuevo fondo de convergencia y la duplicación de los actuales fondos estructurales en los cuatro países más pobres de la Comunidad),la presidencia británica plantea conformarse con "un aumento apropiado". El argumento es que en época de disciplina presupuestaria en cada uno de los Doce, la Comunidad debe hacer otro, tanto. Londres se olvida, como señaló el Parlamento Europeo, que parte de ese refuerzo de las finanzas de la CE servirá para asumir de forma común gastos que ahora afrontan por separado los Estados miembros.