La economía española creció un 2,3% en el primer trimestre, el nivel más bajo desde la última crisis

El crecimiento de la economía española fue en los tres primeros meses del año de un 2,3% respecto del mismo período del año anterior, según datos trimestrales publicados ayer por primera vez por Estadística. Éste es el peor resultado desde la última crisis económica (1978-15185) y presenta también el perfil que más ahonda en los desequilibrios. La pujanza del consumo (en torno al 5%) y el crecimiento negativo de la inversión, se traducen en un fuerte aumento de las importaciones (11,1%) y de los precios. La caída de la inversión en construcción (-3,3%) es en buena parte responsable de la destrucción de empleo, mientras que el aumento en bienes de equipo (2,7%) denota síntomas de recuperación.

La economía española ha dado sus primeros pasos este año en una dirección desviada respecto de los objetivos marcados en el plan de convergencia con la CE. Así, frente a un crecimiento económico previsto del 3% para todo el año, el primer trimestre se ha quedado en un 2,3%. Si esta tendencia se mantiene en todo el ejercicio, como apuntan las previsiones menos pesimistas, se marcaría un mínimo de crecimiento desde el año 1985 donde se situó el final de la última crisis económica.Es también un dato algo inferior al registrado durante, todo el pasado año (2,4%) con algunas variaciones preocupantes respecto de la salud de la economía española. Ello explica el empeoramiento de los desequilibrios en el primer trimestre y el deterioro del mercado de trabajo. El pasado año se crearon 30.000 empleos netos mientras que en el primer trimestre del ejercicio actual se han destruido 109.000.

La razón es que se trata de un crecimiento más basado en el consumo que en la inversión y, dentro de ésta, con empuje de la compra de bienes de equipo y descenso en construcción, sector con gran intensidad en mano de obra. Más en detalle, el consumo privado ha crecido un 4,9% (frente al 2,3% del primer trimestre del año pasado), mientras que la inversión ha caído un punto (4% de aumento el primer trimestre de 1991). Dentro de ésta, la destinada a bienes de equipo aumentó un 2,7% (descenso del 2,3% el pasado ejercicio) mientras la construcción cayó un 3,3% frente al 8,3% de subida en el mismo periodo del año anterior.

El resultado -consumo e inversión- es que la demanda nacional ha crecido a tasas del 3,5% (3,2% el pasado año) sin que esta mejora se haya trasladado al crecimiento económico. Al producirse menos de lo que se consume, han aumentado las importaciones (11, 1 % en el primer trimestre de este año frente al 8,3% de igual periodo del año anterior), mientras se mantienen las exportaciones en tasas del 7,5%, con el consiguiente deterioro del sector exterior. Lo positivo en este caso es que las compras a otros países han permitido que los precios interiores no suban más de lo que permitiría la pujanza del consumo privado.

Precios y salarios

La presión sobre los precios sigue centrada no obstante en el alto desarrollo del sector servicios y en la evolución de los salarios. Los datos trimestrales del INE señalan que el sector terciario crece a un ritmo del 3,4%, mientras agricultura y construcción presentan tasas negativas (del 2,7% y del 3,3% respectivamente). La industria, por su parte, manifiesta síntomas de recuperación con un crecimiento del 1,9% y una aportación al PIB de medio punto.En cuanto a los salarios nominales, crecen cerca de dos puntos por encima de la inflación con lo que se mantiene, desde el cuarto trimestre del año 1989, la brecha que les separa. El incremento en el primer trimestre de este año es del 8,5% con un IPC del 6,9%, según Estadística. Los sectores que mayores aumentos registran son la industria (9%) y la construcción (9,1%).