La Carta Europea de los Derechos del Niño fija la edad penal en los 18 años

Ningún niño podrá ser discriminado por su nacionalidad, filiación, orientación sexual, color, sexo, lengua, religión o estado de salud, según se recoge en la Carta Europea de Derechos del Niño, aprobada en el Parlamento de Estrasburgo el miércoles. La escolarización no podrá interrumpirse por razones de enfermedad no infecciosa o contagiosa, como es el caso del sida. El texto considera, además, que la edad mínima para exigir responsabilidades penales debe ser los 18 años.

"Casi todos los días se producen abusos y malos tratos graves contra niños", explica Juan María Bandrés, eurodiputado de Euskadiko Ezkerra (EE) y redactor del texto. La Carta Europea, que exige a los Estados de los Doce que respeten y garanticen los derechos del niño, recuerda que la CE, así como varios Estados miembros -entre ellos España-, todavía no han ratificado la Convención de las Naciones Unidas de 1989 sobre los derechos de la infancia.El documento define al niño como "todo ser humano hasta la edad de los 18 años" (o mayor de edad, según las diversas legislaciones europeas). Se considera la edad de los 18 años como mínima para exigirle responsabilidad penal. En España, el anteproyecto de Código Penal exime de responsabilidad criminal a los menores de 16, y la edad menor de 18 años se considera como una circunstancia atenuante. En opinión de Carlos García Valdés, coordinador general del anteproyecto, en la Carta se hace. referencia a la edad de responsabilidad penal plena, lo que no desautoriza la existencia de la responsabilidad atenuada entre los 16 y los 18. Sin embargo, fuentes del equipo parlamentario de Juan María Bandrés afirman que la intención del texto es promover la equiparación de la mayoría de edad con la penal. El Europarlamento pide, asimismo, que se tomen medidas para impedir el secuestro, la venta o prostitución de menores.Paternidad distinta

Los niños también serán protegidos de la explotación económica, "todavía amparada por la realidad social", afirma Bandrés.

Tendrán derecho "a gozar de unos padres o, en su defecto, personas o instituciones que los sustituyan". "Hemos dejado la puerta abierta a una paternidad distinta a la tradicional", explica Bandrés, porque "lo importante es que los niños crezcan en un entorno que constituya una comunidad de afecto". En opinión del eurodiputado, el concepto de padres" no debe restringirse al matrimonio convencional" o a los padres biológicos.

El documento incluye el derecho del menor a la objeción de conciencia y a no ser obligado a tomar parte en conflictos armados. "Aparte del caso yugoslavo, hay muchos ejemplos de este problema en América del Sur", apunta Bandrés.

La Carta recoge, en referencia a las nuevas técnicas de reproducción asistida, la posibilidad de los niños de "conocer las circunstancias relativas a su origen biológico", así como la protección de su identidad frente a la divulgación de esta información por terceros, Además de defenderse su derecho a la vida, los niños recibirán un nombre, una nacionalidad, y, para salvaguardar su identidad, deberán estar registrados desde su nacimiento.

La Carta Europea incluye, asimismo, aspectos relacionados con la salud y la educación (enseñanza primaria obligatoria y gratuita) en la infancia. Para protegerlos frente a las enfermedades sexuales, los niños dispondrán de información, así como de una educación en materia sexual. Las sectas y nuevos movimientos religiosos estarán sometidos a un control más estricto para evitar "repercusiones negativas" en el entorno social y cultural de los niños. El Europarlamento propone que se nombre a un defensor de los derechos del niño para la CE y en cada país miembro. Los derechos recogidos en la Carta se extienden a los niños originarios de países no comunitarios, "para favorecer su integración cultural", apunta Bandrés. También se pide la preparación de un protocolo que "obligue a los países miembros a introducir estos derechos en sus legislaciones", dice Bandrés.