Un Estado rebelde
Desde que es presidente, Carlos Salinas de Gortari ha realizado a propósito siete visitas oficiales a Michoacán no sólo para recuperar el electorado del PRI, sino para reconciliar a este Estado con la federación. Los enfrentamientos entre Michoacán y el poder federal provienen de la época en que el entonces gobernador priísta, Cuauhtémoc Cárdenas, que rigió el Estado entre 1980 y 1986, inició sus desavenencias con el presidente nacional, Miguel de la Madrid.Cárdenas abandonó el PRI y le disputó a Salinas la candidatura presidencial, creando una nueva oposición en este país, que ha transformado radicalmente el debate político mexicano. Desde entonces, Michoacán ha sufrido en sus propias carnes las crueles consecuencias de este nuevo enfrentamiento político.
De sus tres millones y medio de habitantes, casi el 20% emigra en busca de trabajo fuera del Estado; el 22% de los niños entre seis y 14 años no va a la escuela, y casi un 30% de la población carece de agua. Según datos de la oficina local del PRI, el producto nacional bruto ha sufrido una baja del 60%.
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