Vujovic: "Lo que nos hacen es demasiado fuerte"

Vesselin Vujovic, el jugador más carismático del balonmano mundial y estrella del Barcelona, se queja amargamente de la sanción impuesta a los deportistas yugoslavos, que les impedirá competir en los Juegos de Barcelona en caso de que no fructifiquen las negociaciones que se han abierto últimamente. "Lo que nos están haciendo es demasiado fuerte", explicó por teléfono desde Serbia.

Vujovic, de nacionalidad serbia, dice que, pase lo que pase, él ha renunciado ya a la selección, porque psicológicamente no está preparado. Está ahora en una pequeña ciudad próxima a Belgrado. Allí no suenan las bombas. Pero se vive intensamente todo el desastre que está provocando una guerra tan sangrienta como la balcánica. Vujovic asegura que no entiende casi nada. Y paga en su piel las consecuencias de un boicoteo que puede dejar fuera de los Juegos Olímpicos a todos los deportistas de Yugoslavia."Esto es demasiado fuerte para cualquier país y especialmente para sus deportistas", dice con una voz tan sonora y potente como sus tiros en una pista de balonmano. "Pienso en ello y no logro entender porque se han ensañado tanto con nosotros. Nos hacen pagar las culpas de un pecado que no cometimos. Es una sanción política, no deportiva. Nadie tiene derecho a quitarnos una Olimpiada".

Vujovic ganó el oro en Los Ángeles 84 y el bronce en Seúl 88, lleva 14 años en la selección, ha sido varias veces campeón del mundo y ha ganado 11 ligas, entre los equipos de la Metaloplástica y el Barça. Lo ha logrado todo. Pero lamenta no poder decir adiós en los Juegos de Barcelona: "Los esperaba desde hacía 4 años. Era un gran final para mi carrera, en mi segunda casa. Ahora, todo se rompe como un cristal".

Vujovic roza la desesperación. Se siente engañado. Y no entiende absolutamente nada. "Yo no sé exactamente lo que está sucediendo en mi país. a televisión yugoslava nos dice que todos los que mueren en Bosnia son serbios. Cuando llamo a Barcelona, me comentan que son musulmanes. Alguien está diciendo una mentira muy gorda. Si toda la comunidad mundial está contra nosotros será por algo. Quiero creer que no estamos agrediendo a nuestros vecinos, pero empiezo a tener dudas".

Vujovic pide a Dios que todo vuelva a ser como hace dos años, que puedan seguir vivieno como seres humanos. "Ahora llamo a amigos míos croatas de la selección y nos desesperamos. Queremos seguir siendo amigos, pero, si nos viéramos en una pista, no podríamos cruzar nuestros brazos, ni darnos la mano, para no ser tachados de traidores. Eso es muy grave. Somos deportistas, personas".