Retretes 'de lujo' en el transbordador
La NASA probará en diciembre de este año unos nuevos retretes en el transbordador espacial Endeavour, el más moderno de la flotilla. Si las pruebas del nuevo sistema son satisfactorias, se modificarán los lavabos en los otros tres transbordadores. El diseño del nuevo retrete ha costado 2.300 millones de pesetas.
"Algo que es natural en la Tierra lo es mucho menos en ausencia de gravedad", ha explicado James Hartsfield, portavoz de la NASA. Los astronautas tienen que sujetarse a unas asas para no flotar en el habitáculo. "Para orinar, emplean una especie de embudo que aspira los líquidos y defecan en una cubeta que aspira los desechos antes de secarlos", añade Hartsfield. Los líquidos son evacuados en el espacio mientras que la cubeta debe ser vaciada tras cada vuelo.
"Un vuelo de 13 días con siete astronautas a bordo es probablemente el límite aceptable para el sistema actual, que se utiliza desde 1981", dice el portavoz de la NASA. Además, ir al servicio resulta lento, y hay que ponerse guantes para que todo permanezca higiénico.
Los retretes tendrán mayor capacidad de almacenamiento y serán más parecidos a los terrestres, con un orificio de 20 centímetros de diámetro dotado de un sistema de aspiración. Después de cada utilización, los desechos se almacenarán en un contenedor de plástico que es lo único que habrá que retirar tras la vuelta del transbordador.
