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Tribuna
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Norte-Sur

Entre otras connotaciones, las ligas lombardas son algo más que un movimiento regionalista. Representan una propuesta de alineamiento ideo lógico, en función de la dialéctica entre regiones, zonas países pobres y ricos, desde la aceptación natural de la fatalidad y justicia de esa división. Claro que las ligas lombardas utilizan sabiamente la coartada de la corrupta Administración romana, intermedia rio desautorizado entre el desarrollo del Norte y el subdesarrollo del Sur. Pero desde el Risorgimento ése ha sido el juego político-económico italiano básico: el poder económico para el Norte, la mano de obra barata y el subdesarrollo en el Sur, y Roma como árbitro político, arbitra je muchas veces ejercido por testaferros del Norte de origen sureño.Más allá de la peculiaridad de la historia italiana, presiento que la dialéctica Norte y Sur tiene futuro ideológico en toda Europa. Concebida la situación como una foto fija y desaparecida cualquier ideología de cambio basada en la culpabilidad de la memoria y la exigencia de la utopía, los del Norte del Norte son y no han de pedir perdón por serlo, de la misma manera que tienen todo el derecho a ser insolidarios con los zánganos que quieren desenriquecerles. Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita, y si el Estado ya no ha de proteger a los gandules acogidos a su asistencialidad, ¿por qué el Norte ha de equilibrar la miseria del Sur? ¿Qué interés tiene que sea fruto de una antigua colonización, de un desarrollo desigual políticamente pactado? ¡Historia! ¡Historias! En Italia ya se habla de recuperar el papel del Estado y de sus instrumentos vertebradores tradicionales (pim, pam, pum) para enfrentarse a la ola de descomposición "nacional" que les invade. Allí no se las tienen con sus Croacias o sus Bosnias. Allí tienen el meollo de la cuestión planteado sin las razones de lo histórico: el Norte fértil contra el Sur culpable de serlo.

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