Francia pide a los europeos que no crucen en coche sus fronteras

La rabia de los camioneros por el nuevo sistema de carné de conducir por puntos casi ha cerrado Francia al tráfico rodado. El primer ministro, Pierre Bérégovoy, ha pedido a los europeos que no crucen las fronteras en automóvil. Las rutas son una trampa infernal, y lo serán aún más este fin de semana, tras la negativa del Gobierno a ceder.

"El nuevo sistema es una condena a muerte. Cuando la gente no tenga gasolina, nos comprenderá. Una revolución siempre empieza así". Son palabras de Tarzán, el apodo con el que se conoce al líder de la protesta, desde la gigantesca barricada que bloquea el puerto de Gennevilliers, que abastece de combustible a la región de París."El Gobierno trabaja para garantizar el abastecimiento de la población", aseguraba ayer el primer ministro. No será fácil. Cierran las gasolineras, y se pudren las fresas de Lepe, los tomates de Murcia y la sandías de Almería sometidos a temperaturas de 40 grados. Los alimentos frescos empiezan a escasear en París.

Las fábricas de Citroën, Renault y Peugeot están en paro técnico por falta de piezas. Y miles de turistas siguen atrapados. ¿Qué pasará con los cuatro millones de vehículos con veraneantes que este fin de semana iban a comenzar sus vacaciones? Muchos harán caso de la advertencia del Gobierno de quedarse en casa. Otros, con reservas hoteleras ya pagadas, intentarán la azarosa aventura.

A la vez, se multiplican los enfrentamientos entre camioneros franceses y sus colegas españoles, alemanes o británicos. Las principales vías de comunicación, los ejes que unen el país con Europa, están cerradas. Hay más de 200 barricadas. Las rutas comarcales son incapaces de absorber los coches que intentan escapar por ellas.

Más de 500 camiones españoles están bloqueados. La Dirección General de Tráfico aconseja o no viajar a Francia o, si no hay otro remedio, hacerlo provisto de agua y gasolina.

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