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EL VATICANO FRENTE A LA 'TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN'

Roma presionó para enviar a Boff a Asia

Vaticano presionó para que la orden franciscana enviara a Boff a Corea del Sur o a Filipinas. Leonardo Boff repitió el miércoles en Sâo Paulo, durante la presentación de su libro América Latina, de la conquista a la nueva evangelización, que no ha dejado el sacerdocio para casarse, aunque matizó que "esa posibilidad queda abierta". Su secretaria ha dicho que es falso que vaya a casarse con él.

La secretaria de Boff, Marcia Miranda, rechazó en declaraciones al diario carioca Jornal do Brasil los rumores de que Boff haya abandonado el sacerdocio para casarse con ella. "Hace 12 años que soy una militante y ya me he acostumbrado a que mucha gente me mire con el rabillo del ojo", dijo.El teólogo Benjamin Forcano explicó ayer en Madrid que Boff se reunió el 11 de junio con su superior general, Hermann Schalück, ministro general de los Hermanos Menores Franciscanos: "Schalück, amigo personal de Boff, le hizo saber al teólogo que no podía defenderlo más, que las presiones del Vaticano no consentían márgenes para las negociaciones. La única posibilidad que le quedaba a Boff era la de marchar a Corea del Sur o a Filipinas y permanecer allí cinco años en silencio total".

[El rector de la Universidad Centroamericana, el jesuita Francisco Estrada, dijo ayer en Madrid que el abandono de Boff es "una gran pérdida"; y que se debe a "que se sintió demasiado acosado para su labor intelectual y teológica", informa Efe].

En la sede de Ática en Sâo Paulo, la primera editorial no católica que edita una de las 56 obras de Boff, el teólogo de la liberación: "Continúo siendo un teólogo, pero de ahora en adelante no dependo de la censura previa de nadie". Boff recalcó que sólo por eso decidió desvincularse de los franciscanos y pedir la dispensa a Roma.

25 años de paciencia

"Durante 25 años he dado muestras de que podía tener paciencia y dialogar, pero la censura se fue intensificando cada vez más", declaró Boff a un grupo de periodistas, y responsabilizó del aumento de la censura a los prelados más conservadores de la Iglesia brasileña.Boff explicó: "No soy el único teólogo de la liberación que se ve obligado a abandonar el sacerdocio; antes que yo, muchos otros fueron censurados, en Europa y en América Latina". Y explicó que prefiere enfrentarse a los problemas por su "compromiso con los oprimidos" a refugiarse en la tranquilidad del convento, "donde acabaría muriendo como un cura viejo".

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