"Hay Guerra para rato", dice el 'número dos' socialista

El ex vicepresidente del Gobierno y número dos del PSOE, Alfonso Guerra, se refirió ayer a su continuidad política con estas palabras: "Aquí hay Guerra para rato". Respecto a su salida del Gobierno como consecuencia del caso Juan Guerra, el vicesecretario general de los socialistas manifestó que quienes. le han dado por liquidado o por muerto "no fueron muy finos, porque no supieron rematar".

En declaraciones a TVE, Guerra no especificó los motivos de su dimisión, si bien afirmó que, en líneas generales, se conocen las razones. Sobre sus intervenciones en actividades del partido, manifestó que su participación es "prácticamente igual que antes, que no es poco".

El vicesecretario general del PSOE, preguntado sobre la designación de Javier Solana como titular de Exteriores, no quiso expresar su opinión y se limitó a reiterar que la formación del Gobierno es un competencia de su presidente.

No obstante, Guerra afirmó que los nombramientos de Solana y Pérez Rubalcaba no se han hecho para contentar al clan de Chamartín, al que se refirió como "pequeño grupo", sino que "hay que pensar que [González] busca la persona que cree que tiene la mayor capacidad para desarrollar la función". El número dos socialista dijo que la sucesión de González al frente del PSOE no está abierta. "Es el líder de todo el partido y no creo que haya necesidad de abrirla". No obstante, afirmó que "las personas no son eternas y algún día, cuanto más tarde mejor, esto podría suceder". Guerra criticó las "carreras sucesorias", que calificó de "interpretaciones demasiado avanzadas" que confunden -[a realidad con el deseo".

Sobre Fernández Ordóñez dijo que ha sido, "un ministro muy competente" y lo calificó de "hombre paradigmático" que, si hubiera tenido más tiempo, habría sido su candidato para hacer la reforma de la Administración.

El número dos socialista descartó el adelanto de las elecciones legislativas y señaló que el discurso de su partido debe ser "un discurso cargado de utopía". "Un socialista tiene también que intentar cambiar la sociedad, además de administrarla bien", advirtió.

Guerra confirmó sus reiterados contactos con el líder de UGT, Nicolás Redondo. "No se puede prescindir de los sindicatos en un sistema democrático", manifestó. La tensión entre el Gobierno y los sindicatos "no es insuperable", agregó.