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David Lynch parodia el mundo de la televisión en su última serie

Rosa Rivas

Si lo imprevisible reinaba en los últimos episodios de Twin Peaks, las situaciones absurdas son el motor de arranque de la nueva serie televisiva de David Lynch, que se estrenó el pasado sábado por la noche en Estados Unidos en la cadena ABC. Ambientada en los años cincuenta, En el aire (On the air), se burla de los peligros del directo y de la televisión misma. En Estados Unidos ya se dice que es la mejor serie del año. Canal + emitirá en España el episodio piloto de esta serie el próximo 24 de julio, dentro del programa La noche de David Lynch.

La serie comienza en Nueva York, en el año 1957. Los estudios ZBC preparan su asalto triunfal a los hogares norteamericanos. "Estamos En el aire, es El show de Lester Guy", y todo está listo, o casi. El director, VIadja Gochktch, caricatura germánica del inspector Clouseau, da las órdenes con el megáfono al revés y su asistente le tiene que traducir todo el rato. El relamido Lester llega tarde; con su ego estelar se puede permitir lo que quiera. La chica es una Barbie con mucho corazón y poco cerebro que dice lo que le da la gana. Blinky, el ingeniero de sonido, lleva bastón, pero no es ciego; el problema es que ve 25 veces más que una persona normal y su mesa de efectos especiales se le aparece tan psicodélica como la realidad. Por si fuera poco, los decorados se caen con sólo mirarlos y el perro del programa odia la comida que anuncia el patrocinador.Una cámara se cae y el show se graba del revés. Todo es un desastre. En el estudio, el productor ejecutivo está al borde del ataque de nervios, pero en su casa los espectadores se parten de risa. El teléfono de la línea caliente está, efectivamente, ardiendo, y, contra todo pronóstico, el show es un éxito.

"En el aire va a ser lo más excéntrico que la gente se pueda imaginar", dijo David Lynch en el programa de Jay Leno la noche antes de estrenar su serie.

El creador de Twin Peaks anunció que el desmadre está asegurado y que En el aire estará cargado del mismo surrealismo que las series de los años cincuenta, cuando programas como Te quiero, Lucy cimentaron en la televisión norteamericana la llamada comedia de situación.

La burlona serie de Lynch, creada y producida por Mark Frost, al igual que Twin Peaks, llega precisamente en un momento en que casi todos los canales de EE UU están repitiendo series de otras décadas. Con Lynch, la televisión se ríe de sí misma y es un juego que también siguen los actores de En el aire, la mayoría de ellos trasplantados de Twin Peaks. Angelo Badalamenti, el autor de la música, es otro que repite serie e incluso aparece como el pianista del programa.

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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