Mitterrand pacta para que se pueda ratificar Maastrich
François Mitterrand decidió anoche arrojar la toalla en el combate que había sostenido a lo largo de toda la jornada en defensa del derecho de voto de los ciudadanos de la Comunidad Europea (CE) en las elecciones municipales francesas. Para no complicar aún más el proceso francés de ratificación del tratado de Maastricht, Mitterrand renunció a seguir oponiéndose a la enmienda aprobada por el Senado que convierte ese derecho no es una obligación de la República Francesa sino en "una posibilidad" a desarrollar posteriormente.
La jornada había sido dramática. El enfrentamiento entre el jefe del Estado y el Senado se había convertido en un pulso feroz entre el poder socialista y una oposición reunificada. La sesión nocturna de la Asamblea Nacional prometía ser larga y de terribles consecuencias para el proceso de reforma constitucional que Francia debe culminar antes de votar en referéndum el tratado de Maastricht.
Este duelo entre el presidente socialista y el Senado mayoritariamente conservador se exacerbó cuando las dos principales fuerzas de la oposición redescubrieron las virtudes de la unidad. La europeista Unión para la Democracia Francesa (UDF), de Valery Giscard d'Estaing, rompió la tácita alianza con Mitterrand establecida desde el comienzo del debate sobre Maastricht.
Para todos los implicadas en el pulso se trataba de "una cuestión de principios", así que a primera! horas de la noche la cuestión se reducía a saber quién iba a torcer el brazo. A las 10.15 horas, el primer ministro, Pierre Bérégovoy, compareció ante la Asamblea Nacional y anunció que Mitterrand arrojaba la toalla, a fin de "no retardar el proceso de construcción europea".
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