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Un vocal del CGPJ estima que Rubio y Boyer tuvieron trato de favor en el juzgado

Mariano Rubio, Miguel Boyer y sus esposas, Carmen Posadas e Isabel Preysler, respectivamente, recibieron un "trato de privilegio" en su comparecencia del pasado mes de mayo ante el Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid para declarar en relación con el caso Ibercorp, según un informe interno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) remitido a su comisión permanente por el vocal Javier Gómez de Liaño.El informe dice que en los recintos de la justicia no debe haber "personalidades ni carismas".

El consejero autor del informe cree que el juez decano de Madrid, Antonio García Paredes, no ignoró sus funciones, y tampoco pone en duda que, con su actuación, García Paredes intentase evitar incidentes.

Sin embargo, el argumento de los incidentes fue utilizado por quienes trasladaron al decanato el temor a que se produjeran, y el resultado fue que Rubio y Boyer obtuvieron "un trato de privilegio".

Dicho trato consistió en conseguir un acceso reservado que les alejase "de las incomodidades propias de un edificio público" por el que diariamente discurren miles de personas, "pero todas iguales ante la ley", según las fuentes consultadas.

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