Voces, golpes y descalificativos

El debate parlamentario sobre RTVE subió de temperatura justo en la recta final. Javier Arenas concluyó su intervención como la había comenzado: "Señor presidente, ¿podemos saber si el director general nos va a dar el informe?". Candau, ante la mirada del presidente, Luis Ramallo, espetó: "Es curioso que se demande algo que se tiene; desde luego, no tenemos nada que ocultar, y quizá sea mejor que la próxima vez vendamos la auditoria en los estancos para evitar manipulaciones". Candau, claramente crispado, cerró su comentario con un golpe sobre el micrófono.

Mientras Ramallo solicitaba "educación" al director general, el diputado popular Guerra Zunzunegui increpó con un elevado tono de voz al director general. "Es intolerable, somos los representantes del pueblo", dijo como pudo mientras desde las mesas socialistas se les calificaba de "impresentables". "Presentables somos todos, incluidos ustedes", terció Ramallo dirigiéndose a los socialistas. La sesión se levantó entre descalificaciones personales y políticas entre socialistas y populares, amén de varios recuerdos al pasado y cruces de referencias nostálgicas sobre el franquismo.

Hasta ese instante final, Ramallo sólo tuvo que intervenir en una ocasión. Candau, antes de leer un escrito de la Asociación Nacional de Empresas Audiovisuales (ANEPA) que rechazaba cualquier irregularidad en la relación TVE-productoras, señaló, dirigiéndose a los populares, que quizá "estas empresas privadas ya no les voten". Ante la indiferencia del PP, Candau dijo: "Cuando no se tiene aspiración a gobernar, se desprecian los votos". "Señor director general", señaló Ramallo, "usted viene aquí a ser controlado, no a controlar a nadie". Candau: "Está claro que debo poner primero una mejilla y luego la otra".