El helicóptero siniestrado en Castellón realizaba un vuelo de demostración
El helicóptero que se estrelló el sábado en Vistabella (Castellón), matando a sus seis ocupantes, realizaba un viaje de demostración, "una cortesía del piloto con la representación de Cruz Roja que viajaba en el aparato", según fuentes de la Generalitat valenciana y de la empresa propietaria del aparato, que atribuyeron el accidente a la niebla.
Los restos mortales del las víctimas fueron trasladados ayer a la sede de Cruz Roja en Castellón, donde quedó instalada la capilla ardiente. Esta tarde se celebrarán los funerales en las localidades de origen de los fallecidos.El accidente se produjo sobre las 16.30 del sábado cerca del pico de Penyagolosa, en Vistabella. El siniestro fue presenciado por un vecino del lugar, que dio la alarma. "Al chocar con la montaña, el helicóptero se fue a tierra y rápidamente se incendió", señaló este testigo.
En el helicóptero viajaban, junto al piloto, José Gómez, de 24 años, cinco miembros de Cruz Roja: Germán Monzón, de 55 años, y Juan Ignacio Artajo, de 33, vicepresidente y secretario, respectivamente, de la asamblea provincial; Juan José Sierra, de 21 años, y José Vicente Gómez, de 24, ambos voluntarios de la Cruz Roja de Segorbe; e Ignacio Ibáñez, de 40, vecino de Vistabella. La delegación de la Cruz Roja había acudido a Vistabella a la constitución de la asamblea de la institución en esa localidad.
Tras la comida, la delegación se trasladó a la base de la unidad forestal de la Consejería de Medio Ambiente en Vistabella, donde se encontraba el helicóptero. El aparato había sido contratado a la empresa Helicópteros del Sureste, de Alicante, para la lucha contra incendios.
Niebla
El consejero de Medio Ambiente, Antoni Escarré, indicó ayer que el aparato también estaba equipado para tareas de salvamento de emergencia. "Ello fue lo que llevó a los miembros de la Cruz Roja hasta el lugar, y, quizás, el piloto, en un acto de cortesía, les invitó a una demostración práctica", agregó Escarré. El consejero aseguró que el piloto no informó en ningún momento a la unidad forestal de Castellón de su intención de realizar el viaje, "al menos por lo que sabemos hasta ahora". Escarré opinó que la causa más probable del siniestro fue la escasa visibilidad por la niebla reinante.Esta versión de los hechos fue confirmada por Juan José Navalón, jefe de operaciones de la empresa Helicópteros del Sureste. Esta firma suministra helicópteros contra incendios a la Generalitat valenciana, aunque a su vez los alquila a la firma barcelonesa Heliarco. Navalón, a la espera de las conclusiones del informe de Aviación Civil, también se decantó por la niebla como posible causa del accidente y corroboró que el fin del vuelo "era una simple demostración de la capacidad del aparato a esa representación de la Cruz Roja". Navalón descartó cualquier imprudencia por parte del piloto.
El helicóptero siniestrado llegó a la base de Vistabella el pasado día 4 y estaba contratado hasta el 15 de septiembre. El aparato, un modelo Bell-206 Long Ranger, de siete plazas, sólo tenía 500 horas de vuelo.
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