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Crítica:POP
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Los reyes del ventilador

Mientras los jóvenes grupos gitanos españoles (Ketama, Pata Negra, La Barbería del Sur, Jaleo, Arrajatabla ... ) se devanan los sesos buscando mestizajes para, sin renegar del alma y el corazón flamenco, hacerse un hueco en el extranjero e intentar lo que su país les niega; mientras los veteranos (Peret, Los Chunguitos, Los Amaya, Los Chichos, Los Chorbos.. .) continúan con la eterna pregunta -¿por qué los Gipsy Kings sí y nosotros no?-, el grupo francés ha gastado pocas neuronas para llevarse el gato al agua. Exactamente tres.Una: la rumba flamenca como base de todo su repertorio. Dos: un compás binario (pum, pum, pum, pum) para machacar rítmicamente las canciones. Tres: siete primos (familiarmente hablando) en fila rasgueando rumbas como siete ventiladores (ventilador: instrumento o aparato que impulsa o remueve el aire en una habitación; en el flamenco, movimiento de la mano derecha, o de la izquierda si se es zurdo, al acompafiar mecánicamente la rumba).

Gipsy Kings

Nicolás Reyes, André Reyes, François Canut Reyes, Paul Reyes, Tonino Baliardo, Paco Ballardo y Diego Baliardo (voces, guitarras), Charles Benarroch (batería), Dominique Drola (teclados, acordeón), Gerard Cohen (bajo), Rodolfo Pacheco (percusión). 800 personas. Precio: 2.500 pesetas. Sala Universal Aqualung.Madrid, 2 de Junio.

Surgidos de las calles del sureste francés, a los Gipsy Kings les ha bastado con esta sencillez de planteamientos para abrir las puertas del mundo a la rumba gitana, que no al flamenco, e impulsar la música espafiola de manera harto paradójica: "Cuando actuamos fuera, creen que somos espafioles y vivimos en España", suelen decir con cierto orgullo. Por lo escuchado en su primera actuación en Madrid, no es de extrañar.

Un cañón

Siete guitarristas alineados, con la cejilla puesta en el mismo traste y todos ventilándose en el mismo acorde, apoyados por una sección rítmica contundente y un sonido propio de un grupo de rock, convierten las canciones de los Gipsy Kings en un cañón pensado para el baile y la fiesta. Desde esa intención, su música es funcional y cubre los objetivos a la perfección.La decepción puede llegar para quien busque en el grupo francés algo parecido al flamenco. Esa emoción honda del flamenco que dura un instante, suspende el tiempo y se convierte en un recuerdo imborrable, como dicen los que saben, nada tiene que ver con la música de los Gipsy Kings. Y nadie se llama a engaño porque tampoco pretenden engañar a nadie.

Tampoco es de extrañar el sentimiento de impotencia que invade a los gitanos españoles cuando ven que otros recogen la cosecha que ellos han sembrado. Pero así están las cosas, y para dar aire, nada como el ventilador. Y en esto los Gipsy Kings son los reyes.

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