Cuatro de las 12 terrazas de la plaza Mayor han tomado ya medidas para evitar estafas
Los empresarios de las terrazas de la plaza Mayor anunciaron a principios de mayo a la Federación de Hostelería de Madrid que tomarían medidas para evitar la estafa de la que eran objeto los turistas, como denunció EL PAÍS. Exhibir la lista de precios, en tres idiomas y un cartel invitando al cliente a exigir el tique de caja son algunas de las medidas propuestas, según una revista profesional. Cuatro de las 12 terrazas del lugar han introducido ya cambios en este sentido. Varios empresarios, no obstante, culpan a sus empleados de la picaresca.
En uno de los establecimientos citados en la información (véase EL PAÍS del 3 de mayo) la cafetería Cristina, le cobraban 1.700 pesetas más a una periodista extranjera que a una española por la misma consumición. La tortilla española le costó el doble -1.600 pesetas- que a una colega española. Dos días antes, otro camarero les había cobrado a una pareja de extranjeros 20 duros más por la tortilla que a la española. En otra terraza, Los Arcos, a la periodista extranjera le cobraron 150 pesetas por "abono del camarero". En total, se constataron irregularidades en cuatro terrazas de las seis visitadas.Tras la publicación de la noticia, varios propietarios de las 12 terrazas se reunieron y decidieron acudir a la Junta de Distrito. Según uno de los asistentes, comentaron "informalmente" la necesidad de tomar medidas para evitar los fraudes como escribir las listas de precios en tres idiomas y poner un cartel, también trilingüe, en el que se invitaba al cliente a pedir la lista de precios y el tique de caja.
Estas medidas fueron reseñadas por la revista profesional Industria Hostelera, de la Federación Española de Restaurantes y Hoteles. Los empresarios confiaban, según esta revista, en ejercer un "control estricto por parte de los encargados y propietarios de los locales" que consiguiera "Iavar la imagen" de las empresas y los empleados honestos. La Federación de Hostelería de Madrid "se puso en contacto" con los empresarios citados en el artículo.
Listas en tres idiomas
El cartel en el que se invita al cliente a pedir el tique sólo estaba expuesto la semana pasada en una de las 12 terrazas. La cafetería Magerit -la única de las seis terrazas visitadas para elaborar aquel artículo donde el camarero llevó el tique de caja al preguntarle cuánto se debía- ha puesto el siguiente cartel: "Rogamos a nuestros clientes exijan el tique de la consumición en mesa para comprobar que este establecimiento cobra los preciosque tiene en sus cartas". Este texto está redactado sólo,en español, aparece adosado a una vidriera y pegado en las listas de precios que tiene en las mesas.El dueño de Magerit, Carlos Nogueira, asegura que utiliza el tique de caja para su control desde hace cuatro años. "Además, así es imposible que el camarero pueda cobrar más de la cuenta". Nogueira asegura que está preparando las listas de precios en inglés. Ambas medidas eran cosas que ya tenía decididas, según afirma.
La terraza Hegar se citó en el reportaje porque en dos ocasiones los periodistas pidieron una ensalada mixta y trajeron -y cobraron- una ensalada para dos. El dueño de Hegar y Los Soportales, Francisco Hernández, asegura que se ha reunido con el personal de los dos establecimientos para que no sirvan al cliente algo que no ha pedido. Los camareros cobran un 18% de cada artículo que sirven.
"Además, se da factura de todo, aunque el consumidor no la pida". Hegar y Los Soportales disponen de cartas en varios idiomas desde hace tiempo. Hernández no pondrá el cartel pidiendo que se exija el tique. "Si se pone dentro el cliente de la terraza no lo ve".
En la cafetería Cristina hay listas de precios trilingües, proporcionadas por la Federación de Hostelería de Madrid, según comentaba el secretario de la federación, representante de la Asociación de Cafeterías, Jesús Fernández. Pero su encargado nada sabía del cartelito: Cristina sigue sin proporcionar el tique de caja al cliente, y el encargado alega que el camarero que cobró 1.700 pesetas de más a la periodista extranjera y se negó después a darle la hoja de reclamaciones fue despedido.
El dueño de Los Arcos, donde se pidió a la periodista extranjera 150 pesetas en concepto de "abono del camarero", aseguró que está preparando cartas en inglés y francés y, como otros empresarios, echa la culpa a los empleados de las irregularidades constatadas en la información. En su establecimiento hay listas de precios en español, pero ningún cartel alerta al cliente.
En otros establecimientos nada ha cambiado y tampoco cambiará, según sus propietarios. Es el caso de Plaza Mayor. El dueño, que no quiso identificarse, asegura que no se ha tomado ningún acuerdo formal con sus colegas y que él no tiene intención de redactar las cartas en idiomas ni de poner ningún cartel. En el Mesón del Corregidor tienen cartas en inglés y francés e informaron que no hay ninguna novedad.
El propietario de Tineo viene a decir lo mismo. "Los camareros saben inglés y, además, el mejor control soy yo mismo, que me paso el día aquí", afirma. La terraza vecina, Zarra, tiene una camarera danesa que dice que está elaborando unas cartas en idiomas. En La Torre del Oro fue imposible informarse. En varias ocasiones se intentó hablar, sin éxito, con el dueño o encargado.
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