Cementeras, sí, pero lejos

El artículo Las cementeras tocadas, publicado por Pablo Adarve Fernández, presidente del Comité de Empresas de Cementos Asland, SA, de Córdoba, en El PAÍS del miércoles 6 de mayo, viene a confirmar situaciones que presentíamos, pero de las cuales no teníamos información objetiva. La industria de producción de cemento hasta hace tres o cuatro años posiblemente presentaba beneficios nada despreciables aparentemente, pero con un coste social muy elevado, dada la situación geográfica en que se encuentran la mayoría de las fábricas productoras de cemento, prácticamente dentro del casco urbano de muchas ciudades, como es el caso de Córdoba. Si preguntáramos a cualquiera de los miles de ciudadanos que respiran cemento en los barrios aledaños a la empresa de cementos Asland, SA, de Córdoba, éstos, sin duda, solicitarían el traslado inmediato de dicha empresa fuera del casco urbano de la ciudad, dada la masiva polución atmosférica que producen este tipo de empresas. Entendemos la grave disyuntiva que se le presenta a la industria del cemento, entre aumentos de costes de producción, mejorando los sistemas de control de polución o la pérdida de su mercado por la entrada de cemento de importación a precios inferiores.

Sin embargo, ésta es una realidad que conviene encarar cuanto antes, pues nos tememos que el cemento de importación es más barato no porque se esté practicando el dumping por parte de los productores extranjeros, sino simplemente porque en otros países centroeuropeos el coste de producción es más barato, debido a un menor precio de la electricidad y a una tecnología más avanzada.

Por tanto, lo que hay que hacer es un plan de reconversión de estas industrias, ya que esta crisis que se está produciendo no tiene solución. Por lo menos, obtendremos un beneficio muy importante al suprimir la polución atmosférica que está deteriorando la salud de nuestra población.-