Sarajevo arde tras una noche apocalíptica
Arde Sarajevo. En las últimas horas se han contabilizado más de 40 grandes incendios, mientras los escombros tapizaban las calles tras la noche apocalíptica del jueves al viernes. Misiles tierra-tierra golpearon la capital bosnia sin cesar durante ocho horas. Los duelos artilleros resonaban por todo el valle. Diez personas murieron, según Radio Sarajevo, pero, desde hace días, los cadáveres no se recogen de las calles. Los francotiradores siguen disparando por doquier y los combates impiden la labor de las ambulancias.La televisión bosnia, la única que filma la paulatina destrucción de la ciudad, muestra las imágenes de cómo lo que costó décadas y siglos para ser levantado desaparece bajo las llamas.
Radio Sarajevo retransmitió ayer las supuestas órdenes interceptadas al comandante Ratko MIadic, mando de las fuerzas serbias en Bosnia, ordenando los disparos y la destrucción. A juzgar por el relativamente bajo número de las víctimas y los elevadísimos daños materiales, el objetivo es hacer desaparecer Sarajevo para que ninguna etnia pueda vivir ahí.
Radio Sarajevo retransmitió también una carta firmada por la Defensa Territorial bosnia (posteriormente desmentida por el comando) exigiendo la lealtad de los serbios o su expulsión. "No tenemos la menor comprensión hacia vuestro silencio y cobardía", precisa la carta, en la que se exige la eliminación de quienes, bajo las bombas de las fuerzas serbias, permanecieron junto a sus vecinos croatas y musulmanes.
Sarajevo no fue el único escenario de combate ayer, pero las informaciones de otros sitios escasean por ausencia de comunicaciones telefónicas. Radio Belgrado aseguró que se desarrollaban combates sangrientos entre tropas serbias y musulmanas en Gorazde y varias ciudades de Bosnia oriental.
Radovan Karadzic, dirigente de los serbios en Bosnia, declaró en Belgrado, a su regreso de Lisboa, que los serbios en Bosnia no capitularán ante los musulmanes por el mero hecho de evitar el bloqueo internacional.
Bombardeo de Dubrovnik
Entretanto, Dubrovnik, la "perla del Adriático", fue bombardeada ayer por primera vez desde diciembre: 15 granadas cayeron sobre el casco antiguo causando un número indeterminado de muertos. Después de meses de relativa calma y disparos esporádicos, la población tuvo que volver a los refugios.
El Ejército federal se había retirado de la zona situada al oeste de Dubrovnik, desbloqueando la ciudad asediada, pero no ha evacuado a sus efectivos del este ni de las montañas situadas justo encima de la ciudad y que constituyen la frontera con Bosnia.
El alcalde de Dubrovnik se dirigió al ministro de Exteriores croata, Zvonimir Separovic, para que solicite la intervención de la VI Flota que Estados Unido! mantiene en el mediterráneo para proteger la histórica ciudad adriática.
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