Los sindicatos paralizan el País Vasco con la huelga y eluden los servicios mínimos

Miles de personas en el País Vasco aprovecharon ayer la jornada de huelga general para abarrotar las playas y disfrutar de un día que tuvo las características de un domingo de verano. Las elevadas temperaturas y el día soleado contribuyeron a un éxodo masivo de los vascos hacia las playas. En la fotografía, aspecto que ofrecía en la mañana de ayer la playa donostiarra de la Concha.

Viene de la página 1Las organizaciones patronales vascas afirmaron ayer que los piquetes camparon a sus anchas durante las primeras horas de la jornada de paro e impideron la entrada al trabajo en centros en los que las plantillas habían decidido democráticamente no secundar la huelga. La confederación patronal del País Vasco, Confebask, afirmó incluso que la huelga "ha sido un atentado contra la libertad de los ciudadanos y el derecho al trabajo", pidió la urgente regulación del derecho a la huelga, y señaló que la utilización de piquetes y de otros métodos violentos anulan el significado de este paro.

Confebask añadió que el incumplimiento de los servicios mínimos en el transporte fue total y acusó a los sindicatos de originar pérdidas estimadas en unos 20.000 millones de pesetas "en un momento crítico" para el País Vasco.

"No son actuaciones como ésta las que necesita Euskadi para recuperar el protagonismo económico perdido, así como el clima de confianza e ilusión por el futuro que permíta modernizar el país, y garantizar el empleo y bienestar de las generaciones futuras", afirmó la patronal en una nota pública.

La actuación de los piquetes impidió, de hecho, la salida de los trenes y autobuses de los Ferrocarriles Vascos (Eusko Trenbideak), encargados de cubrir los servicios mínimos entre Bilbao y las poblaciones cercanas y las líneas de la margen derecha del Nervión.

También Xabier Arzalluz, el presidente del Partido Nacionalista Vasco, atribuyó a la acción de los piquetes el cierre de los comercios y de los bancos, y la suspensión del transporte escolar, en unas declaraciones en las que advirtió a los sindicatos del peligro de utilizar métodos coactivos. "Si siguen por ese camino", advirtió el dirigente nacionalista, "muy pronto no podrán ni hacer huelga porque caerán en el descrédito social".

Cierre de bancos

El bloqueo de cerraduras con silicona y la colocación de candados, como en el caso de la sucursal del Banco de Vitoria en la Gran Vía bilbaina, dificultó a primera hora de la mañana la apertura de numerosas entidades bancarias. La policía protegió la entrada a muchos de los bancos, aseguradoras y cajas de ahorro, aunque la mayoría, que contaron ayer con un plantilla testimonial, optaron por el cierre, antes incluso de las manifestaciones de los empleados del sector que recorrieron los centros de las poblaciones a las once de la mañana.

Efectivos policiales custodiaron igualmente las entradas a los grandes almacenes, donde se produjeron enfrentamientos. Una mujer resultó contusionada y un integrante de uno de los piquetes fue detenido en las inmediaciones de El Corte Inglés de Bilbao.

Las manifestaciones convocadas por el sindicato LAB, vinculado a HB, que en Bilbao exteriorizaron su protesta ante el Gobierno Civil y la Delegación del Gobierno vasco no fueron más allá del grito de sus características consignas, mezcla de reivindicación laboral y de apoyo a ETA. En coherencia con la línea del sindicato, el "Gora Gadafi" acompañó regularmente los gritos de "PNV, PSOE con los obreros no vais a poder", "Obrero despedido, patrón colgado".

Fruto del trabajo militante de la últimas semanas, las mejores paredes de las poblaciones vascas estaban ya ayer completamente cubiertas de carteles invitando a la huelga. "Hoy el trabajo es la huelga", rezaba uno de los pasquines de Izquierda Unida. "El día 27 no va a fichar ni Dios", anunciaban los carteles de ESK-CUIS, la organización sindical de la extrema izquierda vasca.

Para la gran mayoría de la población, la huelga de ayer fue, además de todo, una oportunidad para disfrutar del ocio y, de paso, escapar de los malos olores que las basuras sin recoger despedían en día tan caluroso.

Los principales líderes sindicales vascos resaltaron ayer tras el éxito de la jornada de huelga general en el País Vasco que el Gobierno debe imprimir un giro a su modelo de convergencia con Europa y pidieron expresamente a las administraciones que apuesten de manera activa por el relanzamiento industrial del País Vasco.A juicio de los sindicatos convocantes -ELA-STV, UGT, CC OO y LAB- la paralización de la vida económica vasca confirma que el Gobierno "vive de espaldas a la realidad y no cuenta con el apoyo de la población" para aplicar su modelo de convergencia.

El secretario del sindicato mayoritario en el País Vasco (ELA-STV), José Elorrieta, destacó que el "paro rotundo, democrático y pacífico" es una muestra del apoyo de los trabajadores vascos a las tesis de las centrales sindicales. Para el responsable de la central nacionalista se impone un giro en la política económica del Gobierno, "sobre todo en las decisiones que han dado origen a esta huelga como son el decretazo y el proyecto de ley antihuelga".

Los sindicatos reservaron a la industrialización del País Vasco un papel destacado en esta huelga. Los últimos datos acerca de la caída en cinco puntos de la actividad industrial en la comunidad autónoma, así como el crecimiento del desempleo -varios puntos por encima de la media española- han disparado los temores entre las centrales. A esto hay que unir el fracaso en la negociación de Acenor, los excedentes en AHV, la sangría de puestos de trabajo en, la pequeña y mediana empresa y que el País Vasco fue en 1991 la comunidad con un mayor número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo (70.000 obreros, un 22% del total). Los sindicatos exigían ayer a las diferentes administraciones una "política industrial activa", en palabras de Luis Miguel Pariza, de Comisiones Obreras.

CC OO y UGT se mostraron satisfechas del "éxito total" de la jornada de huelga. Sin embargo, el presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, afirmó: "Más que el triunfo del derecho de huelga, estamos ante el triunfo de la violencia".

El secretario general de la UGT del País Vasco, Josu Frades, anunció ayer la presentación de una denuncia contra la Dirección General de la Policía por la difusión de una circular en la que se insiste en la necesidad de garantizar el derecho constitucional al trabajo y se ignora totalmente el derecho de huelga.

El mismo sindicato denunció públicamente que el martes por la noche guardias civiles interrogaron sobre sus intenciones ante la convocatoria de huelga a algunos de los asistentes a una asamblea de aduaneros en Irún.

Miles de personas se manifestaron en la tarde de ayer en las tres capitales vascas. Alrededor de 15.000 personas salieron a la calle en Bilbao, convocados por los sindicatos ELA-STV, CC OO y LAB. UGT no secundó esta manifestación aunque sí la jornada de huelga. En San Sebastián hubo dos marchas, una de Comisiones y ELA- STV, y otra de LAB. En Vitoria, entre 7.000 y 10.000 personas se unieron a la protesta en la calle en dos marchas separadas -por un lado, ELA y Comisiones, y por otro, LAB y otras centrales minoritarias