La economía real
La percepción de la huelga general alcanza finalmente al índice bursátil, que abandona su economicismo aparente, indeleble, pero socialmente perspicaz y poroso. La psicología condiciona el mercado y desfigura sus estructuradas leyes naturales. La oferta y la demanda languidecen al compás de un país en paréntesis. El cuadro internacional favorece el bajón, circunscrito en Europa por la resaca de la huelga de servicios públicos alemanes y el rebrote de inflación en Italia.Los expertos presumen posteriores rebrotes alcistas. El chart (gráfico de evolución de cotizaciones) no descansa en el exótico nuevo mundo de las prácticas financieras nacidas en torno al negocio de la reestructuración de las sociedades con acciones desembolsadas en el mercado.
Estimulación, príncipes azules,, píldoras venenosas, defensa Pac-Man, y tantas otras prácticas de posición inversora ofensiva o defensiva, aguantan la respiración. Sus acólitos, atónitos espectadores, acuden a la representación del diálogo social ante un escenario clásico en el que los inversores hacen de coro y la economía real libra el asalto de Troya.
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