Ejecutado en Tejas con una inyección letal un violador y asesino mexicano

Jesús Romero no tenía ningún último deseo antes de que una inyección de productos químicos venenosos pusiese fin a su vida en la madrugada de ayer. "Díganle a mi mamá que la quiero", eso fue todo lo que dijo el séptimo ejecutado en el Estado de Tejas en lo que va de año, un emigrante mexicano condenado por la violación y el asesinato de una muchacha de 15 años en 1984.

Con esta nueva ejecución, el Estado de Tejas, gobernado por una demócrata, se pone a la cabeza entre los que con mayor frecuencia hacen uso de la pena capital como medio para combatir la creciente criminalidad. Cuarenta y nueve personas han sido ejecutadas allí en los últimos 10 años y otras 356 esperan que se cumplan todos los procedimientos legales de apelación antes de la ejecución. Los verdugos norteamericanos, que anoche debían sen tar en la silla eléctrica a Roger Coleman en el Estado de Virgi nia, tienen este año más trabajo que nunca. En menos de cinco meses han sido ejecutadas 17 personas, tres más que en todo el año anterior y sólo ocho menos que en 1990, año récord en la utilización de la pena capital.

Jesús Romero, de 27 años de edad, fue ejecutado después de que el Tribunal Supremo rechazase la apelación de la defensa sobre la supuesta debilidad mental del acusado. Romero y otros tres miembros de una banda de delicuentes secuestraron en 1984 en una ciudad de Tejas a Olga Perales, de 15 años de edad, a la que violaron en repetidas ocasiones, golpearon y asesinaron. Uno de los coautores del delito, David Lozado, de 27 años de edad, fue también condenado a muerte por ese crimen y espera la ejecución.

La ejecución de Romero coincide con una gran polémica en torno al caso de Coleman, sobre el que sus abogados dicen disponer de cuatro testimonios diferentes que demuestran que el acusado no tuvo nada que ver con el asesinato de su cuñada, en 1981.

Coleman perdió ayer una apelación en el Estado de Virginia y sus abogados se disponían a presentar un recurso ante el Supremo. Coleman fue sometido ayer a un detector de mentiras, y, según un comunicado difundido por el gobernador del listado, mintió en las preguntas claves.