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El Ejército tailandés reprime a tiros las protestas populares que pedían la dimisión del primer ministro

Efectivos del Ejército tailandés abrieron ayer fuego en Bangkok contra unos 30.000 manifestantes que exigían la renuncia del dictador Suchinda Kraprayoon y se resistían a ser dispersados por las fuerzas policiales. La acción de los militares, con uniforme de combate, provocó, según testigos presenciales, decenas de muertos y heridos. "El lugar parecía una mezcla de depósito de cadáveres y enfermería", aseguró un testigo directo.

Las manifestaciones en favor de la dimisión de Suchinda se iniciaron el pasado domingo. El lunes fue declarado el estado de excepción en la capital y ChamIong Srimuang, ex alcalde de Bangkok y el hombre que instó a los tallandeses a manifestarse contra el general Suchinda, fue detenido ayer junto con otros líderes de la oposición."Detenedrne a mí. Dejad a los demás", dijo Charrilong a los militares que con estas capturas trataban de descabezar la revuelta popular más grave que sufre el país desde hace 20 años. Los soldados esposaron a ChamIong y se lo llevaron casi al mismo tiempo que otro grupo de militares abría fuego contra unos 30.000 manifestantes que resistían cerca del Monumento a la Democracia.

Un médico aseguró que más de cien heridos habían sido instalados en un edificio del centro. Las víctimas mortales se contaban por decenas. Testigos directos afirmaron que soldados apostados en los tejados también abrieron fuego sobre los manifestantes.

A pesar del estado de excepción, centenares de manifestantes continuaban ayer en el centro de Bangkok y bandas de motoristas atacaban a las fuerzas de seguridad.

Además de las numerosas víctimas mortales y heridos, al menos 600 personas fueron detenidas y cargadas en camiones militares. El Gobierno anuncio ayer "serveras medidas" contra los que sigan expresando sus protestas en la calle.

"El Gobierno no tuvo otra elección que emplear la fuerza", declaró Suchinda en un mensaje al país. El general, que dio un golpe de Estado en 1991, acusó a los manifestantes de violar el estado de excepción impuesto la noche anterior, indicó que éstos se dirigían contra la sede del Gobierno y responsabilizó de las muertes ocurridas al dirigente de la oposición CharnIong Srimuang.

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