La directiva de Defensa Nacional prevé la creación de un ejercito de reservistas

La nueva directiva de Defensa Nacional, que hoy presentará en el Congreso el ministro de Defensa, Julián García Vargas, propone la creación de un ejército paralelo al permanente que estaría inte grado por los reservistas, jóvenes que ya han realizado el servicio militar, a quienes se movilizaría en caso de conflicto masivo, según fuentes militares conocedoras del texto. La directiva, documento básico de la Defensa Nacional, fue examinada el pasado 20 de febrero por la Junta de Defensa Nacional, presidida por el Rey.

El énfasis que pone en la organización y movilización de los reservistas es la principal novedad de la nueva directiva, un texto breve y de carácter genérico que deberá desarrollar el Ministerio de Defensa y que hasta ahora tenía carácter se creto, según las fuentes citadas. La organización de un se gundo ejército en la reserva es consecuencia de la propia reducción de los cuadros militares permanentes, que la directiva cifra en 170.000 a 190.000 efectivos, con un 50% de profesionales, siguiendo el dictamen del Congreso del 27 de junio.

Las Fuerzas Armadas permanentes servirían para afrontar crisis y conflictos de baja intensidad, pero no enfrentamientos bélicos masivos, frente a los que habría que movilizar a los reservistas. Ello obliga a que las fuerzas en reserva estén perfectamente organizadas y con su armamento asignado para que su movilización pueda realizarse en muy poco tiempo.

La ley del Servicio Militar ha reducido de 15 a tres años el periodo de reserva tras la mili, pero fuentes militares han insistido en que, a cambio, la reserva sea realmente operativa, con ejercicios periódicos de readiestramiento, y no sólo nominal.La nueva directiva, que se justifica por los cambios internacionales producidos desde que se aprobó la anterior, en 1986, prevé la posibilidad de que las Fuerzas Armadas españolas intervengan en defensa de los intereses nacionales, en cumplimiento de los compromisos asumidos en el ámbito de la CE y la OTAN y en misiones de paz de la ONU. La concepción de la propia seguridad ya no se circunscribe al territorio bajo soberanía española y zonas adyacentes, sino que incluye cualquier lugar del mundo donde resulten afectados intereses españoles o aliados.

El documento considera prioritario elevar el nivel de conciencia de defensa de la población española, frente al auge del antimilitarismo. Varios portavoces de la oposición se quejaron ayer de no haber recibido todavía el texto que deberán debatir hoy.