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España bloqueará la ampliación de la Comunidad si no recibe los fondos de cohesión

El retraso en la aprobación del compromiso de cohesión "crea una situación en la que está en juego la confianza en la Comunidad", manifestó ayer el ministro Francisco Fernández Ordóñez a sus colegas de Exteriores en la reunión celebrada en Bruselas. "El principio básico de la CE es que los pactos están para cumplirse y lo acordado en Maastricht se cumple y punto", dijo. El ministro español, ante la oposición de la mayoría de los Doce, reflejó su falta de optimismo al afirmar que en la cumbre de Lisboa en junio sólo se conseguirá dar "un pequeño paso".

"No espero ninguna zancada histórica sobre el compromiso de cohesión a finales de junio en Lisboa",.dÍjo ayer Fernández Ordóñez, tras la reunión de los ministros de Exteriores. Según el ministro español, "tiene que haber algún tipo de acuerdo que permita a la próxima presidencia británica tomar la decisión final" este año. El ministro se mostró partidario de ratificar el Tratado de Unión Europea sin condicionarlo al acuerdo de cohesión. Sí reconoció en cambio la decisión, concertada con Portugal e Irlanda, de bloquear la ampliación.Fernández Ordóñez atacó la posición de la mayoría de sus colegas. Sus argumentos se centraron en que el retraso no permite ganar nada, sino que "genera un desencanto y puede ser un frenazo" para otros retos de la CE: También se refirió al "sarcasmo de hablar de unas cífras por debajo de los mínimos" y puso como ejemplo que el nuevo fondo de cohesión para los cuatro países más pobres, es sólo el 7,8% de los fondos estructurales".

La discusión entre los Doce volvió a reflejar la oposición de la mayoría, los ocho países que tendrán que correr con la carga del llamado Paquete Delors II, en el que se incluye un aumento del 32% del presupuesto comunitario de aquí a 1997 para hacer frente a los retos asumidos en Maastricht. El alemán Hans-Dietrich Genscher, quien ayer se despidió sus colegas con una llamada a "los Estados Unidos de Europa", defendió retrasar la entrada en vigor del nuevo fondo hasta 1994.

El Reino Unido, para introducir más discordía, se mostró dispuesto a aumentar el fondo si se recortan más los gastos agrarios. Muchos de los Doce consideran que los futuros gastos se pueden hacer sin aumentar del 1,2% al 1,37% del PNB su contribución anual. Para España, según el ministro, "es esencial que el fondo comience a funcionar el próximo 1 de enero por los requerimientos del plan de convergencia".

España defiende que el acuerdo, "aunque puede negociarse la aprobación anticipada", debe hacerse sobre el montante global y no aceptar ningún reparto previo. La reforma financiera propuesta se traduce en un aumento del 32% del presupuesto comunitario de aquí a 1997 para afrontar los retos de Maastricht. De ese incremento, la mitad va destinada a duplicar los fondos estructurales de la CE para ayudar a las regiones más desfavorecidas. La reforma implica pasar de 2,4 billones de pesetas previstos para este año a 3,8 billones en 1997.

Dentro de esta cantidad figura el fondo de cohesión destinado a compensar una parte de los esfuerzos dé convergencia de cuatro países (España, Portugal, Irlanda y Grecia). El montante global es de 1,3 billones para repartir en cinco años destinados a infraestructuras de transporte y medio ambiente. Para 1993, la CE ha incluido un presupuesto de partida de 201.000 millones. (1.565 millones de ecu). La cantidad irá creciendo hasta llegar a 325.000 millones en 1997. España planteó una cifra de 487.500 millones y una cuota nacional, de más del 60%. '

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