Ruido salvaje
Ha llegado la primavera, y con ella las ganas de abrir ventanas para respirar el aire libre.Lamentablemente, esta simple acción se ve frustrada por la contaminación acústica a que nos vemos sometidos los ciudadanos día y noche por culpa de unos adolescentes que ponen un tubo de escape modificado que les proporciona un poco más de velocidad y desde luego mucho ruido.
La solución a este problema es tan simple como que un policía pare e inspeccione las motos ruidosas para conminar a su arreglo. Que conste que no estoy en contra de las motos, sino del ruido salvaje.
En reiteradas ocasiones he hecho esta misma queja sin que hasta el momento haya habido reacción por parte del Ayuntamiento.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.