Ofensiva del Gobierno de Bosnia en Sarajevo para acabar con los francotiradores de la guerrilla serbia
Las fuerzas gubernamentales de Bosnia-Herzegovina lanzaron ayer una amplia operación en Sarajevo para neutralizar los numerosos nidos de francotiradores que grupos de la guerrilla serbia y miembros del Ejército federal lograron instalar por toda la ciudad. La mayor parte de los muertos habidos en Sarajevo en los últimos quince días se debieron a la acción de francotiradores y no de los bombardeos.
Especialmente en la zona de Nuevo Sarajevo, cercano al edificio de la televisión, la defensa territorial de la ciudad realizó ayer a media tarde un gran despliegue de fuerzas. Bloquearon todos los cruces y registró numerosas viviendas en las que se sospecha la existencia de estos nidos, en los que a veces dormidos durante días, es decir inactivos, actúan estos expertos del terror urbano.El miedo a salir a la calle y caer abatido de un tiro en la cabeza disparado por un experto desde un lejano apartamento es uno de los factores que más inmovilizan a Sarajevo e inducen a sus habitantes a abandonarla. Las fuerzas territoriales leales al Gobierno de Bosnia-Herzegovina junto a estudiantes de Sarajevo serbios, musulmanes y croatas, intentaban limpiar las zonas donde ayer mismo se produjeron varios heridos debido a la actuación de estos comandos de operaciones de retaguardia.
Disparos en la cabeza
El depósito de cadáveres del Departamento de Traumatología del Hospital Clínico recibe a diario algún cadáver con un sólo disparo en la cabeza. El único denominador común de las víctimas es el haber muerto en la calle mientras paseaban o iban de compras entre altos bloques de pisos, en los que tanto el Ejército serbio-federal como sus servicios de información (KOS) solían comprar los apartamentos para sus miembros destinados en Sarajevo y de otra procedencia.
En el norte de la república, la voladura de dos puentes sobre el río Sava, en las cercanías de Brecko, causó la muerte de al menos 15 personas que en el momento de la exposión transitaban por ellos. Estos dos puentes eran vitales para la conexión entre Croacia y BosniaHerzegovina, y fueron volados por las fuerzas serbias para evitar suministros de material para los combatientes musulmanes y croatas.
Mostar volvió a ser objeto el jueves de un violento ataque por parte del Ejército serbio-federal, que acusó a las fuerzas croatas de haber secuestrado a más de una docena de soldados y ayer, en el bastión croata de Travnik, en el noroeste de Bosnia, fuerzas croatas asediaban un cuartel del Ejército en nuevos intentos por conseguir un potencial militar en el centro de la república, que se halla totalmente rodeado por fuerzas serbias.
Mientras, las fuerzas serbias están transportando grandes cantidades de materiales hacia Serbia que, según fuentes de Sarajevo, son maquinaria y productos almacenados en fábricas de las regiones que no están bajo absoluto control de sus fuerzas.
Convoyes de decenas de camiones de la empresa estatal serbia Srbijatransport, muy cargados, cruzaban ayer Bosnia central hacia Bratunac en dirección a Serbia, mientras otras caravanas similares entraban en Bosnia vacíos y protegidos por tanquetas del Ejército y tropas de infantería federales.
En Zvornik, que se halla bajo poder del Ejército desde hace tres semanas y, según la agencia serbia Tanjug, hace una vida ya "totalmente normalizada", EL PAÍS vio ayer cómo ardían dos casas por lo alto de su ubicación en la montaña controlada por las fuerzas musulmanas.
Decenas de casas han sido destruidas en esta ciudad desde que entró el Ejército, precedido de la guerrilla serbia, para "restaurar el orden" y representantes de una agencia humanitaria internacional. Miembros de la guerrilla cargaban al menos treinta cadáveres de mujeres y niños en un camión.
Confundir a los periodistas
"Los musulmanes, los más radicales, se disfrazan de milicianos serbios y maltratan a los periodistas para desacreditamos". El simpático oficial de la policía serbia de Bratunac, sobre el río Drina, se dirigía en tono confidencial a los periodistas en la primera de las treinta barricadas entre la frontera de Bosnia-Herzegovina y Serbia.La policía serbia, e incluso el Ejército, han mejorado considerablemente el trato que otorgan a la prensa extranjera en zonas de guerra. Belgrado comienza a ver la importancia de las relaciones públicas si éstas no trastornan sus planes. Sin embargo, el mayor peligro procede de los incontrolados controles de carretera de las diversas milicias serbias, algunas dirigidas por delincuentes notorios como Arkan, buscado en varios países europeos y hoy dueño de la región de Bijelina.
En estos controles, los hombres de Arkan y de otros grupos de irregulares se han convertido en meros salteadores de caminos bajo bandera serbia. Mientras, los musulmanes reciben a la prensa internacional con la esperanza de conmover y movilizar a la opinión pública internacional e impedir nuevas matanzas de sus gentes.
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