Yeltsin exije reciprocidad de Estados Unidos a la moratoria nuclear rusa
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, puso ayer como condición para que su país prorrogue la actual moratoria nuclear que se llegue a un pacto con Estados Unidos sobre pruebas atómicas. "Francia y Rusia seguirán presionando a EE UU para que acabe con sus pruebas nucleares porque no podemos admitir que se dañe nuestra seguridad nacional", dijo durante su visita a varias ciudades situadas a orillas del Océano Ártico, cuyas aguas bañan también las costas de Nueva Zembla, isla donde se encuentra el polígono ruso de pruebas atómicas. Si no se llega a un acuerdo, Rusia volverá a efectuar explosiones atómicas controladas a partir del próximo octubre. Yeltsin precisó que en su visita a Washington del próximo junio abordará la cuestión y propondrá, si Estados Unidos persiste en su voluntad de seguir con las pruebas, que éstas se limiten a dos anuales. El líder ruso dio garantías a los habitantes de Nueva Zembla de que la actual moratoria unilateral, que acaba en octubre, va a cumplirse.
El anuncio de que el país que ha heredado el potencial nuclear de la URSS no va a prolongar unilateralmente la actual moratoria ya lo adelantó en cierta medida el pasado día 1 el entonces número dos del Gobierno ruso, Guennadi Búrbulis, quien en una reunión que mantuvo con médicos antinucleares dio por supuesto que habrá más pruebas atómicas al indicar que Rusia "no superará el mínimo necesario" para mantener la investigación al nivel adecuado.
El 20 de marzo pasado, la agencia Itar-Tass anunció que Yeltsin había dictado un decreto por el que establecía que el polígono de pruebas pasaba a ser propiedad federal de Rusia y lo ponía a disposión del mando de las Fuerzas Armadas de la Comunidad de Estados Independientes.
Entretanto, el presidente de Ucrania, Leonid Kravchuk, volvió a poner ayer de manifiesto su desconfianza en Rusia, justo la víspera de la reunión clave que ambos países mantendrán hoy en la ciudad portuaria ucrania de Odessa para negociar el reparto de la flota del mar Negro. Kravchuk reclamó el apoyo de Occidente frente a las reclamaciones territoriales de otros países y vino a condicionar a esa muestra de solidaridad la efectiva desnuclearización del país en 1994.
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