Los neofascistas proponen a Cossiga como próximo presidente italiano

Gianfranco Fini, secretario del neofascista Movimiento Social Italiano (MSI), propuso ayer la candidatura para presidente de la República de Francesco Cossiga, quien anunció el sábado su dimisión de ese cargo. Cossiga resulta ser así el único candidato propuesto públicamente para sucederse a sí mismo cuando todavía no ha cesado, pues no firmará su dimisión hasta el martes. Fini ha pedido a los italianos que envíen al Parlamento telegramas en apoyo de esta candidatura.

Otro candidato previsible es el líder socialista Bettino Craxi, que ha sido el gran sostenedor de la presidencia de Cossiga junto al MSI, los socialdemócratas, la Liga del Norte y los liberales. Cuando comenzó la campaña para las elecciones del pasado 5 de abril, Craxi se autodeclaró candidato a todo. Los medios de comunicación italianos manejan también en este contexto los nombres del secretario de la Democracia Cristiana (DC), Arnaldo Forlani; del primer ministro, Giulio Andreotti, y de los nuevos presidentes parlamentarios, Giovanni Spadolini y Oscar Luigi Scalfaro. El Parlamento tendrá que elegir al próximo presidente de la República en el plazo de 15 días contados a partir del martes.

Mientras en medios económicos se lamenta que este nuevo curso de la crisis aleje aún más la formación del nuevo Gobierno, la DC, el partido de Cossiga, ha mantenido un elocuente silencio en torno a su dimisión. Todavía ayer no se habían manifestado ni el líder centrista, Antonio Gava, ni el de la izquierda, Ciriaco de Mita, ni el primer ministro, Giulio Andreotti. La única reacción autorizada provino de Forlani, que avanzó este juicio ambiguo: "Es una decisión motivada por razones que merecen respeto, aunque pueda dar lugar a valoraciones diversas".