El 20% de los diputados falta habitualmente a las votaciones de los plenos del Congreso

El debate sobre el estado de la nación no es el modelo que refleja la vida habitual de los plenos del Congreso de los Diputados. Tres de sus características: debate, presencia de los líderes de los partidos y asistencia masiva de diputados, son más excepción que regia. El problema no es sólo la ausencia de los dirigentes de los partidos, sino que alrededor de un 20% de los diputados de la Cámara baja falta habitualmente a las votaciones de las sesiones plenarias, según lo demuestra un estudio realizado por este periódico con 135 votaciones, que se registraron entre diciembre de 1991 y febrero de 1992.

El análisis de las catorce sesiones plenarias transcurridas entre esas fechas proporciona estos resultados: el número de ausentes, salvo escasas excepciones, osciló entre los - 70 y 100 diputados en diciembre pasado; y en febrero de este año, tras unas largas vacaciones parlamentarias, las ausencias estuvieron entre los 65 y noventa diputados. .Las votaciones de esos meses muestran, además, un número de ausencias aún más importante en las votaciones que se producen en las primeras y en las últimas horas de cada sesión. Las cifras se disparan, en esos casos, por encima de los 110 diputados ausentes. En tres de estas ocasiones, la cifra de ausentes superó el 40% del total de la Cámara.

Los diputados con responsabilidad en los ayuntamientos parecen tener serias dificultades para compatibilizar las dos tareas, a juzgar por el alto número de ausencias. Y es indiferente el partido a que pertenezcan.

El socialista Francisco José Vázquez Vázquez, diputado, alcalde de La Coruña y presidente de la Federación de Municipios, no aparece prácticamente en los plenos. En el PP, Soledad Becerril, diputada y primer teniente de alcalde de Sevilla, estuvo prácticamente ausente en diciembre y alternó su presencia en los plenos de febrero. Llama la atención que su presencia no suele coincidir con los debates importantes. Ni los presupuestos, ni la ley de Corcuera, ni el tema de Renfe o la votación para que desapareciera definitivamente la pena de muerte la encontraron en su escaño. También tienen fuertes ausencias Juan Morano Masa, alcalde de León, con faltas o retrasos en un 50% de las sesiones y César Aja Mariño, alcalde de Viveiro (Lugo), quien no acudió desde la votación de enero hasta el final de febrero. Aja ha explicado a este periódico que en esa época sufrió una intervención quirúrgica "y además tengo problemas de transporte". Dos diputados de Convergéncia i Unió, Josep Maria Cullell i Nadal, jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona, y Joan Miquel Nadal, alcalde de Tarragona también figuran entre los que están más tiempo ausentes que en los plenos.

La Ejecutiva, tampoco

Las votaciones de diciembre a febrero -en enero hubo sólo una sesión plenaria- reflejan que, aunque los ausentes no son siempre los mismos, las faltas se centran alrededor de una treintena de nombres del Partido Socialista Español, de los 175 diputados que tiene.

En este grupo, a las ya conocidas y escasas presencias del presidente del Gobierno, Felipe González, que sólo ha participado en dos temas en el período estudiado: los Presupuestos para 1992 y la ley de Seguridad Ciudadana; del vicepresidente Narcís Serra y de los diputados que son ministros, hay que sumar la de los secretarios de Estado y los miembros de la Ejecutiva federal del PSOE.

De los parlamentarios que son ministros se puede precisar que son los que menos votan las leyes. En 50 de 135 votaciones analizadas, ningún ministro-diputado participó en los plenos. Si sumamos las votaciones en las que sólo estuvo uno, la cifra es de 88, casi un 70% del total. Una ausencia parecida -es decir, sólo acuden cuando hay llamada general- corresponde a dos secretarios de Estado, Vicente Albero Silla y Justo Zambrana Pineda.

Entre los miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE, Alfonso Guerra y Francisco Fernández Marugán se pierden casi todos los plenos, seguidos de cerca por José María Benegas. Enrique Múgica aparece más, pero suele saltarse las primeras o las. últimas votaciones: sólo en dos de las doce jornadas analizadas no ocurrió esto. También con claras ausencias, especialmente al final o al principio de las sesiones, se sitúan Carmen García Bloise, Salvador Clotas o Josefa Pardo.

El ex ministro Abel Caballero, también miembro de la ejecutiva socialista, utiliza las dos posibilidades: va poco a los plenos y, cuando lo hace, suele faltar a las primeras o a las últimas votaciones.

Carlos Sanjuán, secretario general de los socialistas andaluces, mantiene una presencia que puede calificarse, en el mejor caso, de irregular y Guillermo Galeote parece haber desaparecido del Congreso.

Consultada por este periódico, la Ejecutiva del PSOE ha justificado las ausencias que le afectan por la "doble responsabilidad política". El portavoz de dicho órgano se negó a dar una explicación individualizada respecto a la actual situación de Guillermo Galeote.

La mejor marca

El Partido Popular consigue una dudosa marca. En una de esas votaciones analizadas -estuvieron ausentes 63 de sus 107 diputados. En el PP mantienen una presencia irregular en los plenos un mínimo de 25 diputados en el periodo estudiado, aunque no forman un núcleo tan definido como el PSOE. La ausencia más llamativa fue la de Francisco Javier Arenas, que sólo votó los presupuestos de 1992. En este grupo, como ocurre en los restantes, uno de los diputados que menos asiste es su líder, José María Aznar.

Otro hombre importante del PP, como Mariano Rajoy tiene ausencias totales o parciales en el 50% de las jornadas. También Jaime Ignacio del Burgo, con excepciones como los presupuestos, permaneció ausente desde la mitad de la primera sesión de diciembre hasta la sesión del 18 de febrero. Arsenio Fernández de Mesa y Fernando Fernández Troconiz unen junto al apellido ausencias o retrasos y escapadas en más de] 50% de las sesiones.

Por debajo del 50% se sitúan Emiliano Sanz Escalera, Miguel Herrero de Miñón, con faltas totales en tres sesiones de doce y otras tanta parciales; el ex ministro José Manuel Otero Novas, ausencias totales o parciales en seis sesiones; y Enrique Álvarez Paredes, ausente en tres sesiones y alguna falta parcial en otras.

Celia Villalobos e Isabel Tocino centran sus ausencias al principio o al final de los plenos. La primera llegó tarde o se marchó pronto el 60% de los días, mientras que Tocino faltó a primera hora en el 50% de las sesiones. También otros diputados de este grupo utilizan estas escapadas en porcentajes similares, como Balleste í Coflent, Alberto Durán, Antonio Gayarre, José Ignacio Senao, María Teresa Estevan o Ángel Sanchis Perales.

Oficialmente, el PP reconoce "de ocho a diez" ausencias sin justificar en los plenos, pero afirma que los nombres cambian. Partidario "de convencer" no quisieron mencionar a nadie.

Javier Arenas explica las ausencias en diciembre por su boda, y luego por su total dedicación a las elecciones catalanas. Jaime Ignacio del Burgo por estar "atado en Navarra por la crisis interna de Unión del Pueblo Navarro en diciembre", y Miguel Herrero por viajes parlamentarios y asistencia a tertulias radiofónicas.