Amores y negocios

La Real Sociedad y el Albacete son puestos como ejemplo por el secretario de Estado para el Deporte, Javier Gómez-Navarro; la Liga Profesional de Clubes está encantada con el trabajo de sus dirigentes y la mayoría de los restantes equipos les envidia. La campaña publicitaria del club donostiarra, con el eslogan de la Real Sociedad es de todos sociedad, no ha podido ser más positiva. "Nuestro objetivo ha sido que la Real siga perteneciendo a los mismos socios", explica su gerente, Iñaki Otegui. La respuesta de sus afiliados ha resultado expresiva: el 99,5% de ellos ha comprado las cinco acciones que, como máximo, podían adquirirse individualmente en la primera fase.

El presidente del Albacete, Rafael Candel, repitió esa filosofía. "Quiero que sea como antes: que todos los socios tengan voz y voto. Este requisito es consustancial con el fútbol. Eso es la afición. Ése es el cariño a un club", manifiesta. Quizá por eso Candel sea uno de los pocos aficionados del Albacete que no está contento con la marcha de la venta de las acciones de su club. "El Albacete debió vender el 100% de su capital en la primera fase y no lo ha hecho", se lamenta.

Tanto Candel como su homólogo de la Real, Iñaki Alkiza, no quieren ser los amos de sus clubes, aunque, de momento, han cumplido como cualquier socio de a pie y han comprado el máximo de acciones permitido. Tampoco pretenden pertenecer a sus futuros consejos de Administración.

Eso sí, los socios de la -Real Sociedad, con el porcentaje de acciones compradas, van a impedir que el club caiga en manos de empresarios u organismos oficiales.

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El momento del Albacete, la revelación de la Primera División", explica Candel, "es la mejor publicidad que ha podido tener la venta de sus acciones". Otegui también recurre a la actual situación deportiva de la Real, a punto de conseguir la clasificación para la próxima edición de la Copa de la UEFA, para reforzar la justificación del cariño que los socios han demostrado a sus colores con la mayoritaria suscripción de su capital.

El reparto de dividendos

Además, el fútbol puede ser un negocio para los accionistas de la Real y el Albacete. Tanto Otegui como Candel esperan repartir dividendos transcurridos dos años. Para ello, la Ley les exige un fondo de reserva de la mitad del capital emitido, algo más de 250 millones de pesetas en el caso del club vasco, y unos 73 en el del castellano-manchego. El gerente de la Real destaca que el club ha registrado ganancias en las tres últimas temporadas, por lo que no le será difícil alcanzar el fondo exigido para repartir dividiendos. Quizá por eso la Real ha recibido ofertas de compra de sus acciones desde diferentes ciudades españolas, como Cádiz, Madrid, Salamanca, Alicante..., según Otegui. "E] Albacete, desde que ocupo el cargo presidenecia y hasta ahora, ha sido un buen negocio", confiesa asimismo Candel.