Setién y el año 2.003

A. R. El obispo de San Sebastián, José María Setién, que tiene ahora 64 años, no cumple la edad de jubilación hasta el año 2.003. Es, como Juan María Uriarte, un prelado de fuerte personalidad, que exhibe una autonomía en el ejercicio de su pontificado que desagrada a Roma y a su representante en España, el nuncio Mario Tagliaferri, según diversos analistas. Por ello, no verían con desagrado su renuncia al cargo, algo que parece recomendarle su médico dada la debilidad de su corazón. Hace tiempo que lleva un marcapasos. El obispo Setién cedió a la recomendación facultativa, pero sólo en parte: abandonó la presidencia de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Al frente de ella sólo estuvo cinco meses, entre febrero y julio de 1990.

Fuentes próximas al prelado aseguran que si antes no presentó su renuncia ante la Santa Sede, menos lo hará ahora. Sucesos como los protagonizados por su vicario general, José Antonio Pagola, o como los del arcipreste de Irún, José María Treviño, encarcelado por dar cobijo en su iglesia a dos presuntos etarras, no provocarán su renuncia. Setién, según fuentes conocedoras de su pensamiento, tiene intención de permanecer al frente de la diócesis de San Sebastián para promover la creación de la provincia eclesiástica vasca que el Vaticano desmantelé cediendo a las presiones del régimen de Franco.