Victoria total de Yeltsin frente al Parlamento ruso
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y su Gobierno (con el viceprimer ministro y cerebro de la reforma económica radical, Yegor Gaidar, a la cabeza) obtuvieron ayer una gran victoria cuando la mayoría de los diputados del Congreso de los Diputados del Pueblo ruso (macroparlamento) importante consiste en introducir una frase por la cual se dice que el Gobierno debe cumplir las resoluciones del VI Congreso de Diputados, es decir, entre otras cosas, la resolución que el pasado sábado había desatado
La votación de ayer resuelve, al menos temporalmente, la crisis desatada el sábado con la aprobación de una resolución que impedía al Gabinete seguir con sus reformas económicas. La caída del Gobierno amenazaba con dejar sin créditos occidentales a Rusia y con que este país, principal heredero de la antigua URSS, volviese a una economía regulada totalmente por el Estado.Yegor daidar, primer viceprimer ministro y responsable máximo de la reforma, había advertido que la resolución significaba "un cambio obligado de todo el curso de la política económica" y "el fin de las esperanzas de una seria colaboración con el mundo". "Una catastrófica caída en el nivel de vida, hambre, conmociones sociales y caos; esos serán los resultados inevitables del cumplimiento de las decisiones del Congreso", decían los ministros en el texto de dimisión.
Ciento veinte enmiendas se habían propuesto a la declaración de compromiso aprobada a última hora del martes. Sin embargo, ninguna se llegó a debatir, pues algunos diputados no pudieron votar por haberse estropeado el sistema electrónico. Esto permitió poner nuevamente a votación el texto, para ser aprobado definitivamente y no sólo en términos generales. El resultado fue de 578 votos a favor, 203 en contra y 64 abstenciones.
Dos enmiendas
Las enmiendas aprobadas fueron las dos propuestas por el jefe del Parlamento, Ruslán Jasbúlatov, cuando ponía a votación la declaración. La más importante consiste en introducir una frase por la cual se dice que el Gobierno debe cumplir las resoluciones del VI Congreso de Diputados, es decir, entre otras cosas, la resolución que el pasado sábado había desatado la crisis. Sin embargo, el Gobierno la ha aceptado sin poner mayores problemas. "No vamos a ir al enfrentamiento porque se cite otra vez al Congreso", fue el comentario de Gaidar.La oposición ya había reconocido su derrota en una conferencia de prensa durante el almuerzo, mucho antes de que se sometiera a votación la declaración. Los jefes del bloque opositor Unidad de Rusia reconocieron que el compromiso logrado entre el Gobierno y el Presídium del Sóviet Supremo de Rusia (Parlamento permanente) echaba por tierra la labor que habían realizado durante toda la semana. 'La oposición ha sido incapaz de introducir cambios radicales en el curso del Gobierno", declaró VIadímir Isákov, paisano de Yeltsin y ex aliado suyo.
"Después de echar un vistazo al abismo de la catástrofe a la que ha empujado al país un grupo de irresponsables experimentadores mercantilistas, el Congreso, no se decidió a sacar la conclusión definitiva: declarar que la gestión del Gobierno ha sido insatisfactoria y destituirlo. Fue esta falta de consecuencia la que permitió [a los contrarios] tomar la ofensiva y acusar al propio Congreso de bloquear las reformas", se dice en el texto que distribuyeron los líderes opositores.
Una vez aprobada la declaración de compromiso, fueron inútiles todos los intentos de continuar la sesión parlamentaria. Los diputados, excitados por no habérseles permitido discutir el texto ni haberse votado las numerosísimas enmiendas, gritaban, discutían entre ellos y se negaban a tomar asiento.
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