Un preso de ETA revela la manipulación de las protestas en las cárceles
Carlos Torrecilla Parra, un preso de Alcalá-Meco, es el autor de una carta a la dirección de ETA que radiografía los procedimientos de agitación desde las prisiones y la manipulación de las asociaciones de familiares. El documento, incautado a la cúpula terrorista, pone de relieve el carácter meramente instrumental del lema Presoak Euskadira (los presos, a Euskadi) y califica de "putada" la posibilidad de que el Gobierno acepte su cumplimiento, presentado en el País Vasco como vital y dramática exigencia de los presos.
Mientras el entorno de ETA ha convencido a la asociación de familiares de presos Senideak de la necesidad de movilizarse en las calles y sensibilizar a la opinión pública sobre el reagrupamiento en cárceles del País Vasco, los reclusos fieles a la organización creen que la concesión de esta exigencia sería una "putada", porque les privaría de pretextos para seguir protestando. Así lo expone con toda crudeza a la dirección terrorista Torrecilla, detenido en septiembre de 1989 y condenado por colaboración en varios asesinatos del comando A raba. *
Como han sostenido reiteradamente los responsables de los ministerios de Justicia e Interior, parte de los presos de ETA siguen desenpeñando un papel activo y destacado en la organización, incluso en el reclutamiento de nuevos terroristas. La epístola de Torrecilla a Francisco Múgica Garmendia, Pakito, fechada en febrero pasado, ocupa cinco folios manuscritos en mayúsculas y se abre con el nombre y la dirección completa de una persona a la que propone como laguntzaile (colaborador) para reconstituir el comando Araba. Torrecilla proporciona también la contraseña para contactar con el candidato, de forma que éste sepa que se hace de su parte.
Alcalá Meco sirve como punto de coordinación de los presos de ETA en distintas prisiones, según pone de relieve Torrecilla, al ser trasladados a este centro para celebración de Juicios y práctica de diligencias ante los juzgados centrales de la Audiencia Nacional. El plan que transmite Torrecilla a la dirección de ETA en nombre de un grupo de compañeros, yaconocido, consistía en organizar motines violentos con toma de rehenes poco antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de Barcelona, con el fin de "obligar al Gobierno a negociar".
Lo más llamativo es que el preso, involuntariamente, ha confirmado las sospechas sobre la manipulación de los familiares y de las reivindicaciones carcelarias en intensas campañas propagandísticas en Euskadi. Así, especifica que los motines y el secuestro de rehenes en las prisiones tendría un objetivo real, conseguir "la negociación definitiva del conflicto armado", y otro "de cara a la opinión pública", el reagrupamiento en centros penitenciarios del País Vasco.
Opciones "a evitar"
La presentación de un falso objetivo para confundir,a la opinión pública pretendía evitar que el Gobierno pueda actuar contra los amotinados ("reprimirnos brutalmente", dice la carta). Pero también se trata de instrumentalizar "Senideak y demás organizaciones legales", cuyo papel sería moverse "rápida y masivamente (acciones en Ayuntamientos, manifestaciones ... )"
Para Torrecilla, al Gobierno le quedarían ante los motines cuatro posibilidades. La primera es la negociación y las otras tres "hay que tratar de evitarlas". Entre las rechazables figura el reagrupamiento, precisamente el banderín de enganche de las movilizaciones populares a favor de los presos en los últimos tres años. El punto tercero de la enumeración de posibilidades para el Ejecutivo dice: "Hacemos la 'putada' de aceptar la reagrupación en Euskadi".
Torrecilla, en su interés por conseguir que el Gobierno no decida en ningún caso juntar a los presos en el País Vasco, especifica: "Sería conveniente que esta petición, de cara la opinión pública, fuera un poco más exigente para que el Gobierno no pudiese aceptarla sin quedar en ridículo". El engaño sobre las protestas de los presos de ETA a los sectores sociales afines o más cercanos resulta de tal importancia que el ex-miembro del comando Araba se cree obligado a precisar: "Pero que sea una petición justa y razonable de cara a la opinión pública".
Además de las Gestoras Proamnistía, fuertemente controladas desde el llamado Movimiento Nacional de Liberación Vasco y desde KAS (Coordinadora Abertzale Socialista), gran parte de los familiares de los presos de ETA crearon el año pasado la asociación Senideak.
Este grupo, que afirma estar desvinculado de cualquier finalidad o control político, pone siempre el acento en el carácter humanitario y de defensa de los derechos humanos de sus reivindicaciones, en especial del regrupamiento de los presos en el País Vasco. Su lema central es precisamente "Giza eskubidéen alde. Presoak Euskadira" (Por los derechos humanos. Los presos a Euskadi).
El lema del reagrupamiento en el País Vasco ha pasado al primer plano, relegando la reclamación tradicional de "Annistia osoa" (amnistía general), menos presentable y menos aceptable por la opinión pública en los momentos actuales. De hecho, las campañas de agitación en los últimos años -presentación de mociones en los ayuntamientos, manifestaciones, concentraciones y encarteladas ante los gobiernos civiles- destacan la exigencia de juntar a los presos cerca de sus casas, pago considerado previo a la amnistía.
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