El IRA anuncia que continuará su campaña de terror en el Reino Unido
El Ejército Republicano Irlandés (IRA) anunció ayer que continuará su campaña de atentados terroristas en el Reino Unido mientras ese país siga con "la ocupación ilegal del territorio irlandés". Las dos bombas que estallaron el viernes por la noche en Londres, causando la muerte a tres personas y heridas a otras 93, eran los artefactos más potentes que el IRA ha utilizado hasta ahora en el Reino Unido. Cada una de las bombas contenía unos 40 kilos de explosivo plástico, cuatro veces más que el artefacto que destruyó el Grand Hotel de Brighton en 1984.
Scotland Yard supone que los ataques del IRA en Londres se recrudecerán a partir de ahora, tras la pérdida en la circunscripción de West Belfast del único escaño que tenía el Sinn Fein (brazo político de la organización terrorista).El ministro del Interior, Kenneth Baker, afirmó que el IRA pretende "demostrar que sus métodos y objetivos no tienen ninguna relación con la voluntad popular, expresada a través, de las elecciones".
El primero de los artefactos, que hizo explosión el viernes a las 21.20 (hora local), fue el que causó todas las víctimas. Dos de los tres muertos fueron hallados inmediatamente después de la explosión. Eran una chica de 15 años y un joven de 23. El tercer cadáver apareció ayer por la tarde, durante los trabajos de desescombro. Los 93 heridos, entre ellos dos niños, parecen estar fuera de peligro, pero difícilmente olvidarán la brutal explosión y la carnicería que produjo.
La bomba estaba dentro de un automóvil y estalló en el corazón de la City londinense, cerca del edificio del mercado asegurador Lloyd's. El rascacielos de Commercial Union sufrió graves daños estructurales y tendrá que ser reconstruido, igual que otros edificios próximos. La zona permanece cerrada al tráfico porque grandes bloques de cemento y cristal siguen desprendiéndose de las fachadas y cayendo a la calle.
Varios cientos de electricistas, albañiles y empleados de British Telecom trabajaban ayer contrarreloj para reparar la red eléctrica y telefónica del área, sin la cual las actividades financieras quedarían paralizadas. Se espera que mañana por la mañana la Bolsa y las compañías de su entorno puedan operar, aunque su funcionamiento será muy limitado durante días y quizá semanas. La infraestructura de la City ha quedado muy dañada y los rascacielos de la zona presentan una imagen espectral. Las brigadas de desescombro han retirado ya más de 100 camiones de cristales, cemento, muebles y ordenadores rotos, que volaron hacia la calle por la onda expansiva. La explosión se escuchó en un radio de 20 kilómetros.
El segundo artefacto, que estalló minutos después de la una de la madrugada, no produjo víctimas, pero destrozó un ramal de la M-1, una de las principales carreteras de acceso a Londres. Un gran cráter en Staples Corner, al norte de Londres, marcaba ayer por la mañana el lugar de la explosión.
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