Basura 'normalizada' en Barajas

El aeropuerto vive una situación de normalidad desde los incidentes de la madrugada del martes. Esa noche, la policía cargó contra los trabajadores de la limpieza cuando éstos intentaban impedir que una contrata y voluntarios de Protección Civil barriesen y adecentasen el recinto. Al final, seis limpiadores con otras tantas máquinas y 15 voluntarios consiguieron pegar un repaso a algo más de la mitad del recinto. Los sindicatos UGT y CC OO pidieron la dimisión del delegado del Gobierno, Segismundo Crespo, por los incidentes de ese día y calificaron su decisión de "intento para romper la huelga".La basura ha vuelto a acumularse desde entonces. Periódicos viejos, billetes usados, envases de alimentos y colillas se amontonan en los pasillos y forman montículos en tomo a las papeleras. En las áreas de descanso, los viajeros charlan, se relajan o leen el periódico rodeados de residuos. En numerosas puertas de acceso permanece colocado el cartel de "clausurado por medidas de seguridad", y la entrada a las terminales sigue controlada por parejas de guardas de seguridad que restringen el paso.

Los trabajadores en huelga recogen restos de alimentos, vacían ceniceros y adecentan los aseos que se mantienen abiertos, pero no barren. En repetidas ocasiones han asegurado que si pasasen las escobas "no se notaría la huelga". En los vuelos de Iberia no se reparten periódicos para evitar que luego se tiren.