La CE denuncia de nuevo el proteccionismo de EE UU

"Los europeos todavía encuentran numerosos y serios problemas para hacer negocios en el mercado norteamericano", denuncia el octavo informe anual de la Comisión Europea sobre las barreras que impone Estados Unidos. Mientras predica el liberalismo, Washington "se resiste a reconocer" las trabas comerciales de todo tipo que practica.

Además, la CE le acusa de imponer, sin respetar las reglas del GATT, sanciones unilaterales. "El clima generado en la campaña electoral refuerza la tendencia legislativa al proteccionismo en el Congreso", afirmó ayer en Bruselas John Richardson, responsable comunitario para las relaciones con Estados Unidos. Las trabas al comercio aumentaron el pasado año, pero es la recesión de la economía norteamericana la principal culpable de que el déficit comercial de la CE con Estados Unidos se disparara el año pasado hasta 16.700 millones de dólares, una cifra 2,7 veces superior a la de 1990.

Las dos grandes potencias suman por sí solas más de la mitad del comercio mundial y son dos socios que se necesitan. A pesar de los problemas, se conceden mutuamente trato privilegiado y son a la vez, uno para el otro, mejor proveedor y cliente. La suma de sus intercambios asciende a más de 19 billones de pesetas al año, mientras que las inversiones superan los 40 billones. Los europeos han colocado más dinero en el mercado norteamericano que los japoneses.

La agricultura

Las trabas al libre comercio no sólo provienen de la Trade Act y su capítulo de sanciones, de las normas técnicas, las barreras sanitarias o las limitaciones en materia de impuestos e inversión. Las telecomunicaciones, los servicios financieros y los contratos públicos son los sectores más amenazados. Estados Unidos acusa a Europa de subvencionar en exceso a sus agricultores, pero el pasado año el Gobierno federal concedió al campo ayudas por valor de 3.750 millones de dólares, a los que se añadirán otros mil millones de dólares más.

El Departamento de Estado, en base al principio de seguridad nacional —dice el informe— aumenta sin cesar los mercados cautivos para cerrar el paso a la competencia extranjera. "Sería un gigantesco paso atrás que el objetivo de 'seguridad nacional' se emplee sistemáticamente para ser transformado en 'seguridad económica nacional", afirma el informe de la CE. Y al proteccionismo federal se le añade el que aplica por su cuenta cada Estado de la Unión.

La Sección 301 y la Super 301—listas de la Ley sobre el Comercio que establecen las represalias a imponer por Estados Unidos a aquellos países que incurren en prácticas desleales— "tienen el efecto disuasorio de una bomba atómica", afirma un responsable comunitario. Europa ha experimentado los efectos tras la directiva comunitaria que prohíbe al consumo y, por tanto, la importación de carne tratada con hormonas. La respuesta estadounidense fue aumentar el 100% de los aranceles sobre el queso y otros productos lácteos de CE, lo que provocó una pérdida de 10.000 millones de pesetas al año. No menos de 70 medidas discriminatorias falsean el liberalismo comercial del que Estados Unidos hace gala.