Amaui se enfrenta al riesgo de tres años de cárcel acusado de injurias al Gobierno

El líder sindical marroquí Nubir Amaui, secretario general de la Confederación Democrática del Trabajo (CDT, socialista), puede ser condenado a tres años de prisión por un supuesto delito de injurias y difamación, presuntamente vertidas contra el Gobierno en una entrevista publicada en EL PAÍS el pasado 11 de marzo.

El juicio se inició ayer en el Tribunal de Primera Instancia de Rabat, en medio de una importante movilización política y sindical, convocada por los partidos democráticos y las centrales sindicales en apoyo del procesado. Cerca de un millar de personas, entre ellas numerosos abogados, abarrotaban la sala, mientras militantes y simpatizantes de la oposición pugnaban por entrar en el Palacio de Justicia. Durante toda la tarde permanecieron en el exterior, soportando la lluvia, mientras coreaban frases contra el Gobierno y en favor del líder obrero. Entre el público se encontraban representantes de diversos organismos internacionales.Más de 500 abogados de todas las ciudades de Marruecos se han personado en el procedimiento que se instruye en Rabat, para apoyar la defensa del líder sindical. Se trata de un hecho político y jurídico con escasos precedentes en la historia del país, con el que se pretende apoyar la lucha democrática, impulsada desde la oposición, y muy especialmente desde la Unión Socialista de las Fuerzas Populares y de su sindicato, la CDT.

El procedimiento judicial contra Amaui fue instado ante un juzgado de Rabat por el jefe del Gobierno, Azzedine Laraki, y por los otros miembros del Gabinete, según un acuerdo adoptado en el Consejo de Ministros. La acusación judicial al líder obrero se sustenta en una traducción aproximada de las frases recogidas por EL PAÍS, que según el acta de inculpación califican al Ejecutivo de "banda de ladrones, locos que serán juzgados por el pueblo y que en este momento ni siquiera encontrarían un barco para partir al extranjero".

Como consecuencia de este procedimiento judicial, Nubir Amaui fue arrestado en dos ocasiones, los pasados 24 y 26 de marzo, en Casablanca, y retenido durante varias horas por la policía, que lo trasladó e interrogó en Rabat. Amaui asumió en su interrogatorio la responsabilidad total de las declaraciones publicadas en EL PAÍS, aunque les dio un sentido diferente a las del acta de la acusación.

Diálogo nacional

El juicio contra el dirigente obrero se ha convertido en un enfrentamiento entre la oposición democrática y el Gobierno cuando Marruecos se disponía a establecer las bases de un diálogo nacional. El objetivo era diseñar un calendario de reformas democráticas, que incluía un referéndum para modificar la Constitución y la celebración de unas elecciones legislativas. El rey Hassan II había celebrado el pasado 6 de marzo una primera reunión con los dirigentes de todos los partidos y había anunciado una segunda ronda de conversaciones.

Los partidos y las centrales sindicales de la oposición, esencialmente la organización nacionalista Istiqlal y la Unión Socialista de las Fuerzas Populares, aseguran que el procedimiento entablado contra Arnaui no es más que una excusa del Gobierno para torpedear el proceso de diálogo y de democratización.