Rechazo del PP e IU y apoyo matizado de vascos y catalanes

Los grupos parlamentarios del Partido Popular e Izquierda Unida rechazaron ayer la propuesta sobre el plan de convergencia presentada por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga. El grupo catalán de CiU también negó su apoyo al documento aunque se mostró abierto a reconsiderar su postura si el Gobierno aceptaba sus propuestas. El grupo vasco respaldó los objetivos del plan aunque manifestó que lo retiraría en el caso de que no se firme el acuerdo sobre el denominado cupo vasco.El portavoz del PP, Rodrigo Rato, recalcó que muchas de las propuestas del plan ya fueron planteadas hace dos años y el Gobierno no ha sido capaz de sacarlas adelante. También señaló que algunas de ellas habían sido planteadas por el PP y rechazadas por el PSOE. "Lo que usted nos ofrece", explicó Rato, "es más de lo mismo, es decir, socialismo pero sin prestaciones sociales". Pidió al ministro la retirada del plan y la redacción de un nuevo documento con medidas inmediatas basado en la reducción del gasto corriente, el fomento del ahorro privado y la inversión y privatización del sector público empresarial, entre otras medidas.

Frances Homs, de CiU, expresó también su rechazo al documento "porque presenta grandes deficiencias y errores, y es voluntarista". El retraso en la adopción de algunas de las medidas ya planteadas hace dos años "demuestra falta de dirección política en la función de Gobierno". A pesar de estas críticas, Homs afirmó que su grupo apoyaría el plan si se incluyen sus propuestas sobre políticas sectoriales, la eliminación de rigideces en el sector público o la actualización de balances de las empresas, entre otras.

La crítica más ácida partió del diputado de IU, Nicolás Sartorius, que resaltó la ausencia de medidas de cohesión económica y social. Sartorius calificó de "planteamiento extremista y excesivamente radical" el objetivo de déficit público (1% del PIB) cuando lo exigido en Maastricht es un 3%. Ello se hará a costa "del retraso en las infraestructuras y en los aspectos sociales", añadió. En su opinión la convergencia, como la entiende IU, "exige otra dirección política más progresista".