Los jefes de ETA tenían una lista de presos calificados como "traidores o flojos"

La cúpula de ETA tenía en su poder abundante documentación sobre los presos de esta organización con un análisis ' sobre su grado de afección o desafección a las tesis oficiales de la organización. Esta información evidencia el reconocimiento interno de importantes fisuras en este colectivo, ya que menudean calificaciones como "traidor, conspirador, flojo o bajo de moral". Por otro lado, el presidente del Ejecutivo vasco, José Antonio Ardanza, aseguró ayer que la detención de los máximos dirigentes de ETA fue celebrada por algunos e los miembros de¡ colectivo de presos de la organización terrorista.

El pasado domingo, en la operación en la que fue capturada la cúpula etarra en un chalé de la localidad francesa de Bidart, la policía intervino una detallada información elaborada por la propia banda sobre los reclusos de la organización. En la documentación, según fuentes de ambos países, figura un análisis sobre los presos etarras, que suman cerca de medio millar.El documento analiza el grado de afección o desafección de cada integrante de este colectivo. Menudean términos que no dejan lugar a dudas sobre el reconocimiento explícito de serias fisuras internas dentro del grupo de reclusos. Así, algunos presos merecen el calificativo de "traidor", mientras otros son tildados de "conspirador" y otros, de "flojo" o "bajo de moral".

Fuentes de la lucha antiterrorista destacan la importancia de esta incautación en la reunión de la dirección de ETA. "Que en el orden del día de una reunión del consejo de administración de ETA, que evidentemente no se produce con excesiva periodicidad por razones de seguridad, figure el asunto de la situación de los presos y se analice el grado de desafección de cada uno, sólo puede interpretarse como un intento desesperado de la dirección de la banda para lograr cerrar filas en un colectivo que ha mostrado en los últimos meses signos de apreciable división".

Planes de protestas

A falta de datos que permitan concretar las líneas de acción previstas por la dirección etarra para recuperar el control sobre sus presos, fuentes de la lucha antiterrorista estiman, a título de hipótesis, que presumiblemente se pretendería algún tipo de protesta paralela al desarrollo de los Juegos Olímpicos o de la Expo.

No obstante, esta ofensiva propagandística sobre los reclusos se produce tras una pretendida huelga de hambre que ha tenido muy escasa repercusión. Igualmente, esta contraofensiva de imagen de la dirección etarra se preparaba cuando, según el diario Egin, el Gobierno preparaba una operación de arrepentimiento [reinserción] de los presos que estuvieron vinculados a los Comandos Autónomos Anticapitalistas y tras las duras críticas a aspectos de la lucha armada manifestadas a fines de 1991 por reclusos como Isidro Etxabe y Juan Antonio Urrutia.

Una posterior circular de la dirección de ETA arremetió contra los disidentes, aunque sin citar expresamente a los presos, que pretenden "travestir políticamente sus propias debilidades y cansancios personales".

Por otro lado, el presidente del Ejecutivo vasco, José Antonio Ardanza, aseguró ayer que la detención de los máximos dirigentes de ETA fue celebrada por algunos de los miembros del colectivo de presos de la organización terrorista, informa Pedro Gorospe. El lehendakari documentó con ese hecho la "confrontación clarísima" que existe no sólo dentro de ETA, sino también de HB, y pidió a los integrantes del llamado Movimiento Vasco de Liberación Nacional (ETA y HB entre otros), una profunda reflexión para que su debilidad no se transforme en acciones más cruentas.

Ardanza hizo estas declaraciones en los pasillos del Parlamento vasco, unos minutos después de que todos los integrantes de la Cámara guardaran un minuto de silencio por la muerte del coronel retirado del Ejército del Aire, Joaquín Vasco Alvarez.

El lehendakari subrayó que son hechos objetivos" los documentos que evidencian un enfrentamiento entre activistas y dirección de ETA, las cartas críticas del etarra Jose Luis Urrusolo Sistiaga contra Francisco Múgica Garmendia. "Hay una confrontación clarísima", dijo. "Si a esto añadimos que existe una confrontación en las cárceles, y que algunos presos han celebrado la caída de la cúpula de ETA, eso es muy importante".

"Creo que el fin de ETA está más cerca cada vez, pero se puede entrar en una pugna de fuerza-debilidad, de querer demostrar fuerza ante una aparente debilidad", añadió el presidente del Gobierno vasco.