Las repúblicas y provincias de Rusia firman un tratado que permite sobrevivir a la federación

El presidente ruso, Borís Yeltsin, firmó ayer en Moscú el Tratado de la Federación con las repúblicas y provincias que forman el país en un intento de impedir un proceso de desintegración similar al que vivió la Unión Soviética. El tratado deberá pasar a formar parte de la nueva Constitución, en torno a cuyos proyectos se ha desencadenado un acalorado debate en vísperas del Congreso de los Diputados del Pueblo de Rusia, el supraparlamento, que se espera apruebe la ley fundamental la próxima semana. El nuevo tratado permitió decir a Yeltsin: "Rusia seguirá estando unida".

"De ahora en adelante el Estado ruso estará basado en la libertad de las repúblicas y provincias, que disfrutarán de derechos y poderes reales, y en su responsabilidad ante sus ciudadanos, ante Rusia y ante el mundo", dijo Yeltsin en la ceremonia de la firma, ante los dirigentes de las repúblicas y provincias. Dieciocho de las 20 repúblicas que forman parte de la Federación Rusa estamparon sus firmas en el documento. Chechenia y Tatarstán, que poseen zonas ricas en petróleo, se negaron a hacerlo."Hoy podemos decir a nuestros conciudadanos, a nuestros pueblos y a la comunidad mundial: Rusia ha estado, está y seguirá estando unida", manifestó Yeltsin en su breve alocución, en la que hizo hincapié en que la unión que consagra el tratado permitirá "alejar el peligro de la desintegración". "Al firmar este Tratado reafirmamos que el resurgimiento del país sólo es posible a través del libre y completo desarrollo de todos los pueblos y etnias", dijo.

El Tratado de la Federación tiene tres variantes, que se diferencian en función de quién lo suscribe: una "formación nacional-estatal, administrativaterritorial o nacional-territorial", es decir, si se trata de una república, de una provincia, o de una comarca autónoma. En total, los sujetos del Tratado son 88: veinte repúblicas; 6 territorios, 49 provincias y 2 ciudades (Moscú y San Petersburgo), y una provincia autónoma y 10 comarcas autónomas.

El Tratado pretende descentralizar el poder en Rusia, pero no satisface a todos. Tatarstán, por ejemplo, exige la firma de un tratrado bilateral con Rusia, por el cual delegaría en el Kremlin lo relativo al Ejército, la defensa de las fronteras y el transporte, pero conservaría el resto en sus manos. Bashkiria, que el lunes dijo que no firmaría el documento, finalmente lo rubricó, aunque también desea firmar un tratado bilateral. Tanto esta república como Yakutia no están de acuerdo en que las riquezas de su subsuelo sean de competencia compartida (federal-republicana) y exigen su exclusivo control.

Nueva Constitución

El Congreso de los Diputados del Pueblo de Rusia, que se inaugura el próximo lunes, deberá ratificar el Tratado de la Federación que entonces pasará a formar parte de la nueva Constitución. En tomo a esta Carta Magna ha estallado una acalorada discusión. El proyecto de la Comisión Constitucional fue elaborado en el curso de casi dos años de trabajo en los que los ponentes trataron de considerar las ideas de diversos grupos. Pero cuando esta ardua labor llegó a su fin, inesperadamente surgió el proyecto de Constitución del Movimiento de Reformas Democráticas (MRD), escrito. por los conocidos juristas Anatoli Sobchak, hoy alcalde de San Petersburgo, y Serguéi Alexéyev, ex presidente del Comité de Vigilancia Constitucional de la URSS.