Rubio: "Anhelo convertirme cuanto antes en un ciudadano privado"
El gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, anhela convertirse cuanto antes en un ciudadano privado. Tras el escándalo de Ibercorp, que le ha afectado directamente, afírma que "sería una prueba de masoquismo que me quedaran ganas de continuar en un cargo público". En una larga entrevista con EL PAÍS, Rubio niega cualquier responsabilidad, tanto por acción como por omisión, en el proceso, y argumenta que "hasta ahora nadie ha dicho que debería haber hecho o dejado de hacer una sola cosa que la ley nos permitiera hacer o no hacer".
Mariano Rubio no oculta su bajo estado de ánimo y sus ganas de dejar cuanto antes el cargo como gobernador del Banco de España. Desistió de dimitir una vez que el presidente del Gobierno y el ministro de Economía le hicieron una serie de consideraciones, ante las cuales aceptó continuar, aunque era perfectamente consciente del coste personal que podría suponerle.Rubio asegura que desconocía que la Comisión de Valores hubiera pedido la lista de vendedores de acciones de Sistemas Financieros y que Manuel de la Concha no había incluido el suyo. "La primera noticia la tuve por los periódicos", afirma; "se me debía haber consultado" .
De las relaciones de familiares suyos, en concreto su hermana y su cuñado, con Sistemas Financieros se enteró hace pocos meses, cuando empezó a ir mal la cotización de esta sociedad. De lo que Rubio conocía informó en privado al jefe del Gobierno y al ministro de Economía.
En cuanto a la acusación que se le ha hecho de haber pasado información confidencial a Manuel de la Concha, la califica de "canallesca y pueril". "Si lo hubiera hecho", añade, "él no estaría probablemente en la situación que está". En ningún caso admite que hubiera trato de favor al Banco Ibercorp, sino que se le aplicó la norma general para evitar que se produjera un efecto dominó tras la suspensión de pagos del Banco Europeo de Finanzas. El consejo ejecutivo del Banco de España decidió por esa causa abrir una línea de crédito en proporción a los recursos propios de aquellos bancos que lo solicitaran.
Rubio elude cualquier acusación contra Manuel de la Concha. Tan sólo apunta que hubiera preferido que saliera en su defensa antes, y así se lo había pedido en más de una ocasión.
Tiene el convencimiento Rubio de que el escándalo de Ibercorp no ha tenido ningún efecto sobre la credibilidad de nuestro sistema financiero, y da estos argumentos: "Es una de las muchas tonterías malintencionadas que se han dicho durante estos días. ¿Cómo se puede pensar que la suspensión de un banco que representa el 0,006% de nuestro sistema bancario puede afectar a la imagen de solvencia del resto del sistema?".
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