Hacienda levanta diversas actas a Ebro Agrícolas por irregularidades fiscales
La Inspección de Hacienda ha levantado actas por un valor aproximado de 2.000 millones de pesetas a Ebro Agrícolas Compañía de Alimentación, SA, y otras sociedades filiales del grupo alimentario. Las inspecciones en curso, motivadas por diversas irregularidades fiscales en los ejercicios de 1986 a 1990, han dado lugar a actas de Hacienda sobre las que "la sociedad ha reconocido una deuda fiscal de 1.000 millones de pesetas y ha aprovisionado la cantidad" señala una nota de Price Waterhouse Auditores, SA, en las cuentas anuales correspondientes al ejercicio de 1991.
Estas cuentas y la memoria de la sociedad, que serán sometidas a la aprobación de la Junta General de Accionistas de Ebro Agrícolas mañana lunes 30 de marzo, están pendientes del resultado final de las inspecciones, "que cuantificará la existencia de todos los pasivos fiscales de carácter contingente", señala el auditor.Los 1.000 millones de deuda fiscal reconocidos por la empresa corresponden a "amortizaciones en exceso efectuadas por Ebro durante los ejercicios de 1986-87", señalan fuentes ejecutivas del grupo azucarero, que preside Manuel Guasch. El resto de las actas levantadas por Hacienda y no reconocidas por la empresa corresponde a impagos del antiguo impuesto general de tráfico de empresas (en la actualidad englobado en el IVA) entre compañías, del grupo y a deudas financieras entre sociedades, como los créditos concedidos por la matriz a filiales del grupo, señalan los mismos medios.
Los administradores del grupo azucarero nacido de la fusión entre Ebro, Compañía Industrias Agrícolas (CIA) y Azucarera Ibérica están disconformes con el conjunto de las actas levantadas por Hacienda referidas al ITE y a las deudas de filiales. La compañía ha recurrido contra varias actas ante el Tribunal Económico Administrativo.
Ebro Agrícolas, participada mayoritariamente por el Grupo Torras-KIO (que posee el 40% del capital), es la primera compañía alimentaría de España, con el 55% del mercado azucarero nacional. El resultado del grupo consolidado y el conjunto de sus filiales refleja un beneficio antes de impuestos de 7.400 millones de pesetas en 199 1. Por su parte, la matriz de este grupo de empresas ha registrado un beneficio neto de 6.020 millones.
Fusión
Los criterios contables de la azucarera, como empresa participada por Torras-KIO, ya fueron cuestionados por Cooper and Lybrand, cuando, en calidad de auditor independiente nombrado por el Registro Mercantil Central, señaló incertidumbres en las cuentas del Grupo Torras correspondientes al ejercicio de 1990. Las discrepancias entre los auditores y los gestores del Grupo Torras tuvieron entonces su origen en la fusión Ebro-Agrícolas. Antes de afrontar la operación, el Grupo Torras controlaba el 51% de Ebro, y una vez concluida la fusión, el Grupo Torras pasó a controlar el 40% de la nueva sociedad.La filial de KIO en España explicó en aquel momento que la fusión se había realizado vendiendo el 5 1 % de Ebro para adquirir el 40% de la nueva sociedad ya fusionada. Esta operación le reportó al Grupo Torras un beneficio adicional de 26.867 millones de pesetas, de tal forma que los beneficios de 3.963 millones declarados por Torras en aquel ejercicio de 1990 se hubieran convertido en unas pérdidas de 23.905 millones de pesetas si se aplicaban los criterios contables defendidos por Cooper and Laybrand. El auditor manifestó entonces que este tratamiento no estaba "previsto en la normativa contable vigente", y, por su parte, los administradores del Grupo Torras añadieron que las diferencias de criterios contables no habrían afectado a sus resultados.
