Dos norteamericanos pasan 17 años en la cárcel por un crimen que no cometieron

Dos ciudadanos negros que han pasado en la cárcel 17 años por el asesinato de un policía, crimen que ahora se ha demostrado que no cometieron, fueron puestos el miércoles en libertad por una juez de California.

Clarence Chance, de 41 años de edad, y Benny Powell, de 44, recibieron "sinceras disculpas" de la juez Florence Cooper, que decretó su libertad. Chance y Powell fueron condenados el 12 de diciembre de 1975 por el asesinato del ayudante del jefe de policía de Los Ángeles, David Andrews, perpetrado en una gasolinera.Según se ha demostrado ahora, la policía ayudó a tejer una complicada red en la que cayeron, como únicos sospechosos, los dos hombres ahora liberados. En 1975, algunos agentes ocultaron pruebas claves que hubieran supuesto la retirada de los cargos contra Chance y Powell. Además, el dueño de la gasolinera donde se produjo el crimen -un emigrante chino- fue amenazado con la deportación si no acusaba del asesinato a los dos negros. Igualmente, una niña de 12 años y un joven de 14 fueron perseguidos y presionados hasta que accedieron a contar al tribunal la historia que la policía quería que se contara.

La juez Cooper ha ordenado que se abra una investigación para determinar quiénes son los culpables de aquel montaje que llevó a dos inocentes a la cárcel y proceder a su detención.