La reforma del Inem prevé un recorte de la cuantía y duración del seguro general de desempleo

La reforma del Inem que prepara el Gobierno supondrá -egún fuentes de la Administración- un recorte en la cuantía del subsidio de paro y en la duración del mismo para los trabajadores que pierdan su empleo después de más de un año de cotización. Los que queden en el paro antes de cumplirse el año de trabajo recibirán un subsidio asistenciaL durante tantos meses como hayan trabajado, según confimaron ayer las mismas fuentes. Ese subsidio asistencial podría prorrogarse hasta 18 meses en el caso de que el trabajador en paro tenga responsabilidades familiares.

La reforma del Inem que prepara el Gobierno definirá dos tipos de subsidios de desempleo: el contributivo, para quienes hayan cotizado un año o más y el no contributivo a asistencial, para quienes pierdan su empleo antes de cumplirse el año de trabajo.Los parados que se acojan al primero recibirán menos dinero en concepto de subsidio y -como adelantó ayer EL PAÍS- durante un periodo inferior de tiempo. Quienes pierdan su puesto de trabajo antes de cumplirse un año recibirán un subsidio asistencial, según confirmaron fuentes de la Administración.

Las mismas fuentes explicaron cuál será el sistema de cobro del subsidio de desempleo para los trabajadores que pierdan su puesto de trabajo antes de que se cumpla ese año. La idea es que reciban el 75% del salario mínimo interprofesional [que asciende a 56.280 peseta mensuales] durante el mismo número de meses que hayan estado trabajando; es decir, cobrarán 42.210 pesetas al mes durante un periodo de tiempo idéntico al que estuvieron empleados.

La situación actual es muy distinta. En primer lugar es necesario trabajar durante al menos seis meses para tener derecho al paro; de otra forma, el periodo mínimo de cotización para recibir la prestación contributiva es de seis meses. Ésta cubre la mitad del tiempo trabajado y su cuantía asciende al 80% del salario regulador -que, en líneas generales, es la cantidad por la que han cotizado a la Seguridad Social y tiene un tope de dos veces el salario mínimo-. El subsisio de paro no contributivo o asistencial sólo se aplica a los parados de larga duración.

El nuevo sistema de subsidio asistencial, que puede prorrogarse hasta 18 meses para los parados con cargas familiares, palía el claro recorte que el Gobierno introducirá en el sistema general, es decir, en el de subsidio de paro contributivo.

En concreto -tal y como han confirmado fuentes de la Administración- los trabajadores que pierdan su empleo después de un año de empleo sólo tendrán derecho a cobrar cuatro meses de subsidio, mientras que ahora tienen derecho a seis meses de paro. Igualmente, la reforma prevé reducir a ocho meses -frente a los 12 actuales- el periodo de subsidio de desempleo para quienes hayan trabajado dos años seguidos.

Junto a este recorte del periodo con derecho a percibir el paro, el Gobierno prepara una reducción de las cuantías que percibirán los desempleados que las fuentes citadas no especificaron. En la actualidad, el subsidio cubre el 80% del salario regulador los primeros seis meses, un 70% después y baja hasta el 60% si el cobro del paro se prolonga durante más de un año.

A estas modificaciones en los requisitos para cobrar el paro se suma el objetivo del Gobierno de suprimir las bonificaciones y subvenciones que ahora tienen las empresas que ofrecen contratos en formación o en prácticas a algunos de sus empleados. Además, estos últimos quedarán tan solo para contratar trabajadores que acaben de concluir sus estudios.

Por otra parte, la patronal CEOE hizo ayer público un comunicado en el que considera "urgente y necesaria la reforma del sistema de prestaciones por desempleo para evitar su quiebra". La CEOE solicita que "en los próximos días se produzca el verdadero debate sobre la convergencia". Éste debate debe servir para "explicar y llevar a la práctica" medidas como "la reducción del déficit público hasta el 1% del PIB, el control de la inflación mediante una política de rentas razonable, una economía más flexible y la introducción de mayores dosis de competencia en sectores inflacionistas".