Los mineros terminan su marcha con la promesa de la empresa de reconsiderar el ajuste de plantilla

Los mineros leoneses de la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) que han recorrido más de 500 kilómetros en 18 días no se van a ir de vacío de Madrid. Aunque aún no hay nada firmado, un primer documento de consenso entre empresa, trabajadores, Administración central y Junta de Castilla y León recoge la propuesta de reconsiderar dos de las reivindicaciones de la marcha negra: mantenimiento de los puestos de trabajo y suspensión del cierre del pozo María. La última jornada de la protesta de los mineros recorrió Madrid entre aplausos y muestras de apoyo de más de 15.000 personas. Mientras, en la minería de León, la huelga fue secundada por ciento de los trabajadores, al igual que el paro en la comarca de Laciana.

"Traigo la camisa roja de sangre de un compañero...". Al son de los acordes de la popular Santa Bárbara, el himno histórico de los mineros, los más de 400 trabajadores de la MSP que han cubierto a pie el trayecto Villablino-Madrid hacían su entrada en la capital de España pasadas las once de la mañana.Desde ese momento hasta la llegada de los mineros a las puertas del Ministerio de Industria, casi dos horas más tarde, más de 15.000 personas jalonaron el paso de los mineros con ovaciones, vítores y hasta alguna lágrima de emoción. Cientos de autocares y automóviles, provinientes de León, Asturias y el País Vasco, se unieron a la respuesta de los ciudadanos madrileños.

Soluciones

Sin embargo, detrás de tanta euforia, una pregunta estaba en el ambiente: ¿qué se ha conseguido tras esta enorme caminata?. Uno de los miembros del comité organizador, Javier Rubio, se encargó de desvelar la duda: "Compañeros, ni se cierra el pozo María, ni se reducen los puestos de trabajo en la MSP".Este anuncio, recogido con una impresionante ovación, tiene, sin embargo muchas matizaciones. Los mineros se llevan bajo el brazo un documento de síntesis con cuatro puntos básicos que mejoran mucho la situación en la que los trabajadores de la MSP se encontraban cuando inciaron su marcha, pero que aún no cuenta con el sí definitivo de la dirección de la empresa.

En dicho documento de síntesis (elaborado por los sindicatos, la empresa, la administración central y la de Castilla y León la madrugada de ayer) que debe servir de base al plan de viabilidad, se recoge el mantenimiento de los puestos de trabajo en torno a las 2.500 personas hasta 1996 es decir los contemplados en el anterior plan de viabiliadad que culminaba en 1993. Precisamente este punto es uno de los orígenes del conflicto. Sindicatos y empresa firmaron en 1989 un plan de viabilidad que llegaba hasta 1993 en el que se fijaba en 2.500 personas el total de la plantilla de MSP. Sin embargo, a principios de año, la dirección de la empresa decidió unilateralmente alterar el plan 1989-1993 y recortar la plantilla por debajo de ese tope de 2.500 personas.

Una segunda alteración del plan de viabilidad 1989-1993 consistía en cerrar el pozo María, que da trabajo a unas 250 personas, con la consiguiente reducción de la capacidad productiva de la MSP. En el documento de síntesis, se recoge tanto el mantenimento del pozo María, como situar la producción de la empresa en 1,5 millones de toneladas anuales, es decir, en niveles muy parecidos a los actuales.

La última propuesta de este documento de síntesis consiste en diseñar una estrategia empresarial tal que la MSP reduzca paulatinamente las pérdidas, que el año pasado rondaron los 5.000 millones de pesetas. La intención final es que la empresa entre en beneficios a partir de 1994.

Este documento de síntesis deberá ser analizado tanto por las ejecutivas de los sindicatos como por el consejo de administración de la Minero Siderúrgica de Ponferrada. Una vez aprobado, extremo en. el que tanto los sindicatos como las administraciones son optimistas y sobre el que la empresa no se ha pronunciado, se *fijará un plan de viabilidad que debe estar concluido antes del próximo 30 de junio.

En los pasillos del Congreso de los Diputados, el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, declaró a Europa Press que espera que "en los próximos meses se defina el plan de viabilidad". Aranzadi, que calificó de "muy respetables" los actos de protesta de los mineros, fue uno de los blancos de las proclamas de los componentes de la marcha.

El malestar de los mineros reside en la negativa de Aranzadi a recibirlos oficialmente. Ayer, al concluir la concentración delante del Ministerio de Industria, una comisión de mineros se adentró en el edificio para ser recibidos por un representante del departamento. En esos momentos, Aranzadi y el secretario general de la Energía, Ramón Pérez Simarro, no se encontraban en allí, por lo que se ofreció a recibirles el director general de Minas, Enrique García. Los mineros desestimaron el ofrecimiento "porque estuvimos ayer con él" . En unas declaraciones efectuadas a la SER, el ministro de Industria explicó su postura de la siguiente forma: "no hay justificación para que yo les reciba, aunque haya existido una larga marcha entre León y Madrid. Deben mantenerse pautas consistentes en la interlocución con los sindicatos".