Los albaneses votan en masa para decidir si echan del poder a los comunistas

Los albaneses acudieron ayer masivamente a las urnas en unas elecciones generales en las que por primera vez se perfila la caída del aparato comunista frente a las fuerzas democráticas. La oposición, y ante todo su principal organización, el Partido Democrático (PD) de Sali Berisha, estaba convencida, al cerrar los colegios electorales, de su victoria y de la ruptura de la mayoría parlamentaria que habían alcanzado los ex comunistas del Partido Socialista (PS) en unas primeras elecciones, celebradas hace casi un año, plagadas de irregularidades.

Sali Berisha declaró anoche que su victoria parecía segura, y que su partido había ganado no sólo en las ciudades, sino también en el campo, donde los comunistas le habían arrebatado la victoria en los anteriores comicios. No obstante, los primeros resultados del sur del país que se conocían anoche al cierre de esta edición indicaban que el PS mantenía sus posiciones, y ganaba incluso en varios distritos.A pesar de que a media tarde no había informaciones fidedignas sobre incidentes de gravedad, por la noche llegaron noticias más preocupantes. Varios barricadas fueron levantadas en las carreteras del sur del país, y se registraron choques entre grupos armados de albaneses y miembros de la minoría griega en la región de Girakastra y Korca, en el sureste del país. Resurgía así la tensión creada en los días anteriores por diversos enfrentamientos armados y atentados, con el resultado de seis muertos.

Aunque se presentaban también en estos comicios varios partidos menores, el gran pulso de la consulta lo libraban los ex comunistas del Partido Socialista y el Partido Democrático. Éste, con la ayuda financiera y logística de la Embajada de EE UU, ha logrado movilizar a la población urbana y al menos informar a la campesina.

Esto reducirá las posibilidades de intimidación y manipulación del antiguo aparato comunista, hoy integrado en el Partido Socialista. Los soldados de la academia militar de VIora, que en las anteriores elecciones acudieron a votar en formación y con sus oficiales, ayer lo hicieron individualmente y, como señalaban algunos jovencísimos cadetes, "todos por el Partido Democrático" porque quieren la instauración de la democracia.

Actos de violencia

El asesinato, el sábado, en la ciudad de Shkodra, de Xhemal Selimi, un dirigente policial y comunista durante la época de Enver Hoxha, aumentó los temores a que grupos extremistas lanzaran una operación de venganza contra dirigentes del aparato comunista. Tampoco se excluye un intento de desestabilización general por parte de fuerzas involucionistas.

Otro acto de violencia se registró el viernes en Kucova, hasta hace un año Ciudad Stalin, donde le volaron la casa a Periklis Teta, miembro del PD y ministro de Defensa en el breve Gobierno de coalición que gobernó hasta enero pasado.

Fuentes policiales confirmaron ayer a EL PAÍS el robo de numerosas armas en depósitos del Ejército. Estos medios temían que cualquier incidente, interétnico o entre comunistas y anticomunistas, pudiera provocar un grave conflicto, ante la incapacidad total del Estado de controlar la situación. "Estamos sin Gobierno. La policía y el Ejército no pueden restablecer un orden que en realidad no existe, aun en ausencia de grandes convulsiones. Si éstas aparecen, se extenderán sin control", indicaron.