El arzobispado de Valencia emitirá 1.000 millones en obligaciones para construir iglesias
El arzobispado de Valencia emitirá en las próximas semanas obligaciones simples por valor de 1.000 millones de pesetas para fianciar la compra de terrenos para nuevas iglesias, así como su construcción. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) autorizó la semana pasada las condiciones de la emisión, que se concreta en títulos de 10.000 pesetas, con un plazo de amortización de 10 años y un tipo de interés del 9% anual. La devolución de los fondos captados se realizará mediante aportaciones de las parroquias beneficiarias (que aportarán el 50%), colectas diocesanas (25%) y por el presupuesto de la propia diócesis (25%). Poco después de la guerra civil, esta diócesis realizó una operación similar.
La Iglesia católica ha decidido también entrar en los mercados financieros para cubrir sus necesidades económicas. La idea partió hace ya varios meses del por entonces arzobispo de Valencia, Miguel Roca -fallecido posteriormente en accidente de tráfico-, que consideró imprescindible construir nuevos templos en las zonas de expansión de grandes municipios, como es el caso de Valencia, Alcoy o Denia.En esas zonas, "las parroquias se encuentran en bajos comerciales y están mal dotadas en cuanto a locales para actividades pastorales y, por tanto, no son suficientes para satisfacer las exigencias religiosas y pastorales", según explicaron en su día en el informe presentado a las autoridades eclesiásticas.
El citado informe, aprobado el verano pasado por el Vaticano, añade que se está preparando un plan de reestructuración de límites de las parroquias, así como eventuales supresiones o uniones y divisiones de las ya existentes, y que "la realización de dicho plan implica un proyecto financiero global de 1.000 millones de pesetas para adquirir los solares destinados por los ayuntamientos en las respectivas poblaciones, según el Plan General de Ordenamiento Urbano para servicios públicos religiosos, en orden a construir los templos, las casas parroquiales y los locales aptos para la actividad pastoral"
Mercado financiero
Emili Marín, director de la revista Saó y sacerdote vinculado a sectores progresistas, no rechaza absolutamente esta forma de financiación. Por una parte, considera que son los miembros de la Iglesia, los propios cristianos, quienes aportan su dinero para contribuir a los gastos de construcción de templos. Las únicas "dudas" de este sacerdote provienen de la entrada de la Iglesia en el mercado financiero, aunque "se han respetado todas las normas y se cuenta con la aprobación del Banco de España", informa Francesc Bayarri.El arzobispado optó por la vía del endeudamiento, y solicitó el pasado mes de septiembre a la CNMV la autorización para emitir obligaciones simples por valor de 1.000 millones de pesetas, a amortizar en diez años. En el Consejo del Presbiterio Valenciano, integrado por unas sesenta personas, se aprobó la emisión de obligaciones sin votos en contra, aunque con algunas abstenciones.
El Consejo de la Comisión de Valores aprobó la emisión el pasado día 11, por lo que los títulos podrían salir al mercado en las próximas semanas. Las condiciones aprobadas consisten en la venta de títulos de 10.000 pesetas, con un plazo de amortización máximo de 10 años, con amortizaciones parciales cada dos años y un tipo de interés fijo del 9%.
Según los cálculos realizados por el arzobispado, los planes de amortización y el pago de intereses semestrales a los inversores exigen un desembolso anual de 162,7 millones de pesetas.
Estos fondos se obtendrán, según la documentación presentada a la Comisión, mediante el reintegro del 50%, como mínimo, por parte de las parroquias beneficiarias (81,5 millones de pesetas anuales), una colecta diocesana anual para nuevos templos que cubra otro 25% (40,7 millones anuales) y el 25% restante (otros 40.7 millones) se conseguirá mediante una partida del presupuesto anual de la diócesis.
Folleto informativo
Una vez conseguida la aprobación por parte de la CNMV, el arzobispado tiene que elaborar un folleto informativo, que deberá publicar y distribuir a los suscriptores. Está previsto, además, que las obligaciones coticen también en el mercado secundario, por lo que tendrán liquidez inmediata en caso de que los compradores quieran vender antes del plazo de amortización.Fuentes eclesiásticas consultadas por este diario aseguraron ayer que se busca a pequeños ahorradores que compren "unas cuantas" obligaciones, por 10.000 pesetas. "Personas mayores que a veces ni siquiera llevan el dinero al banco tendrán con estas obligaciones un interés por su dinero y contribuirán a la financiación de la Iglesia", explicaron las citadas fuentes. Este diario intentó ayer, sin éxito, ponerse en contacto con los responsables del arzobispado de Valencia.
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