_
_
_
_

La Asamblea toma medidas para evitar los insultos entre diputados

Javier Casqueiro

La Junta de Portavoces de la Asamblea de Madrid se reunió ayer, durante casi tres horas y media y con carácter urgente, para intentar un pacto que parece imposible entre los grupos políticos que forman parte de esta institución: dejar de insultarse. El jueves de la semana pasada, diputados y portavoces del Partido Popular, del PSOE e IU, todos los partidos presentes en la Cámara autónoma, protagonizaron un pleno que, por su desarrollo y su conclusión, ha establecido un precedente considerado ahora por todos "gravísimo".Una propuesta para garantizar viviendas a los vecinos de una colonia destapó las iras contenidas desde hace semanas. La portavoz adjunta del PSOE, Dolores García Hierro, prendió fuego a la traca rescatando de la memoria del PP el pasado franquista de uno de sus ex diputados, Carlos Robles Piquer, cuñado de Manuel Fraga. A partir de ahí, en el salón y en los pasillos se escuchó de todo. Reaccionario, fascista, chorizo, golfo, nazi son algunos de los epítetos registrados en el acta de sesiones y en las grabadoras de los periodistas.

El presidente de la Cámara, Pedro Díez, de IU, intentó, sin éxito, parar la avalancha que se le venía encima. Al final, tras dos intervenciones anteriores, no concedió el uso de la palabra al portavoz del PP, Alberto Ruiz Gallardón, que, sin embargo, se la intentó tomar por su cuenta y riesgo conforme a un artículo del reglamento de la institución.

La interpretación de este artículo (el 68.1) se discutió ayer varias horas. El PP entiende que un diputado puede hablar en un debate cuando lo solicite para pedir el cumplimiento del reglamento. El PSOE, IU y el presidente de la Asamblea no comparten este criterio. Díez declaró ayer que, ante el tumulto formado en el pleno y por las atribuciones que le concede precisamente el reglamento de la Cámara para conceder discrecionalmente la palabra, prefirió no hacerlo.

Ni vencedores ni vencidos

Los partidos llegaron ayer al acuerdo, no escrito, de que los incidentes del pasado jueves no volverán a suceder. No hubo reprobaciones pese a que, con anterioridad, se habían anunciado. Ruiz Gallardón se consideró el vencedor moral del encuentro y aseguró estar convencido de que nunca más se le limitará en la Asamblea el uso de la palabra.Isabel Vilallonga, portavoz de IU, denominó al portavoz del PP, entre otras cosas, "filibustero". Dolores García Hierro, del PSOE, y Pedro Díez prefirieron no cargar las tintas con más calificativos. Díez avisó: "La próxima vez haría lo mismo, y si se pasa a mayores echaré del pleno al diputado que se exceda".

Todos estos acuerdos, sin embargo, se hicieron al margen de los diputados de base. Mientras todo esto sucedía en la planta alta, en la baja y en una Comisión de Transportes, parlamentarios del PSOE, IU y PP utilizaron palabras como "corrupción" o "estalinista" para insultarse.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_